capítulo 23

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ISIS.
Nos adentramos sigilosamente hasta la parcela donde habitaba aquella nave de mala muerte. En mi controladora vida, es una de las pocas veces que hago algo sin planificarlo al milímetro. No tengo nada que perder y  mucho que ganar, si todo sale bien, claro está.
Al pasar la densidad de los árboles, y comprobar de que Erick está a mi derecha y el comandante a mi izquierda, achino los ojos ya que mi miopía me dificultaba ver bien el perímetro. No veo coches. Desde aquí.

No pensé y directamente fui corriendo hacia el mismo sitio de hace un par de meses, hasta esa pared con una caja de fusibles, donde oí como le arrebataban los recuerdos a mi novio. Ahora que caigo, esta nave se parece a aquella donde aquel tipo se autodestruyó con un cuchillo.

Es probable que su estructura por dentro sea similar. Si estoy en lo cierto, habrá unas escaleras que conduzcan hacia el sótano o quizá no sea así. Me pongo de puntillas para ver por la ventana pero apenas observo nada.

"Voy a entrar"-les digo.

"Stone, habría que ver si es seguro"-me miró serio el comandante.

Resopló y empieza a mirar a varias direcciones.

"Tiene que haber puerta trasera por narices"- se movió de rodillas por la fachada de la nave-"Bingo"

"Estará cerrada"-dijo Erick.

"Joder"-exhaló el comandante al comprobar que era cierto.

"Entraré y os abriré desde dentro"-

"¿Estás loca?"-se acercó  a mi Erick.

"Es la única opción"-dije.

"Me niego a perderte dos veces"-me dijo con ojos suplicantes.

"Ellos me necesitan, en el caso de que me pillasen, cosa que no pasará, no me harán nada"-le di un abrazo.

Comencé a ir hacia la puerta principal de la nave.

"Stone"-oí al comandante-"20 minutos y entramos"

Le hago el gesto del pulgar para que vea que lo he oído.

Una vez en la vieja puerta, la empujo y chirria un poco por el metal oxidado que la baña, se abre lentamente y saco mi navaja de mi tobillo. Ojeo antes de entrar y no veo nada. Entro dentro y cierro la puerta, el polvo se hace denotar en el aire, es una vieja nave con materiales de construcción, un coche viejo y poco más.

<<Que extraño>>

Me acerco al coche y miro en su interior tanto como las ventanillas me permiten. Nada. Me deslizo por la pared para encontrar la puerta trasera. En mi búsqueda, me detengo​ al oír como al dar un paso, el suelo cruje.

<<Mejor voy a abrirles primero...o no>>

Ladeo la cabeza y ando hacia la puerta, encuentro la parte contraria de la puerta trasera y veo el pestillo echado desde dentro, el cual quito y abro la dichosa puerta.

"Lo he pasado mal Isis Stone"-dijo Erick.

"Hay una trampilla"-dije después de dedicarle una sonrisa.

"¿Cuántos años hace que no limpian aquí?"-tosió Erick.

"Más que una guarida, parece un establo"-se agachó el comandante.

"Y eso parece endeble"-se acercó Erick.

Observé la nave otra vez.

"¡Una rata!"-dije y retrocedí hasta donde estaban Erick y el comandante para entonces...

La trampilla cedió y caímos al piso de abajo.

Caí encima de Erick, mientras que el comandante rodó un poco a un lado.

Ni tan siquiera soñarlo. (NTS 2#) PARADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora