Capítulo 26

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ERICK

Debo de reconocer que durante todo el tiempo, que recuerdo, haber estado con la señorita Isis Stone la he cagado demasiadas veces para lo jovenes que somos, tantas que podría escribir un libro solo de eso y puede que me forrase hasta tal punto de poder limpiarme el culo con billetes, por que nuestras peleas son dignas de espectáculo, lo reconozco.

Pero hoy, hoy te equivocaste Isis Stone.

Mientras tu supuesto amigo tiene a tu padre a tiro de cañon, ese que tú tanto defendías, que era inocente, que cómo podíamos ser así de insensatos e hijos de puta de condenarle a una muerte segura, aquí, el cobarde; le acaba de pegar un tiro en la pierna a tu supuesto amigo, liberando a tu padre de una muerte segura.

Y da gracias que soy una delicia de persona y he apuntado a la pierna.

''Venga va, vete a tomar por culo de aquí o la próxima vez te apunto en la cicatríz''-dije con el arma a la defensiva mientras éste se echaba las manos al muslo ensangrentado.

Harold fue corriendo a abrazar a su hija, mientras ella me miraba espectante.

''¡Eres un..un...!''-intentó insultarme Zenobia, pero fracasó.

''¿Quieres irte coja tú también?''-fruncí el ceño y pasé mi objetivo a ella.

''¡No estoy sola insensatos!''-gritó.

Bajé el arma y fui hasta Harold e Isis para agarrar a mi suegro y empezar a correr hasta el coche, o sino, esto se pondría feo.

''¡Va, va montar, ya!''- apareció Chad con el coche como conductor y una vez montados, salimos huyendo de allí.

''¿Estáis bien todos?''-volvió a hablar Chad.

''Sí''-dije-''Conduce hasta mi piso''

''Vale''-

''Erick''-oí y me giré hacia atrás, siguiendo la voz de Harold-''Gracias''

''Ni las des, Harold''-

Nadie más dijo nada hasta llegar a mi apartamento. Tendríamos que ir pensando buscar algún sitio más seguro, nos tienen localizados, y más ahora que hemos metido al padre de Isis en el ajo.

Esto se pone jodido.

Ayudé a Harold a subir las escaleras y una vez en mi casa, le estiré en el sofá. No es un hombre mayor, pero este estrés puede causar cosas gordas.

''¿Y los hielos Chad?''-dije mirando a mi alrededor-''¿Y los putos hielos?''

Me acerqué lentamente a él con cara de pocos amigos y este se fue achicando un poco.

''¿Chad?''-dijo Isis.

De pronto, me mostró las palmas de sus manos y en cada una estaba una foto de Isis mientras que la otra estaba la de él.

''¿Cómo?''-dije.

''Los tiré al manantial''-dijo-''Somos libres''

''¿Enserio?''-dijo Isis-''¿Cómo?''

''Aproveché todo el jaleo que se montó para ir por detrás y precipitar las piedras al agua, quizás sonó demasiado pero ya estaba echo''-

''¡Claro, aquel sonido!''-me miró Isis.

''Y lo mejor de todo, es que ella cree que seguimos sin poder ver el futuro''-se cruzó de brazos Chad y nos dedicó una sonrisa de gilipollas al resto.

''Vale, tengo que reconocerlo, buena jugada''-dije con los ojos en blanco-''Voy a ponerme algo limpio''

Recorrí mi minúsculo pasillo y fui a mi habitación, me agaché hasta abrir el tercer cajón de mi cómoda y la puerta se cerró. Me levanté y me giré.

Ni tan siquiera soñarlo. (NTS 2#) PARADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora