Un día en receso, salí de mi salón de clases y me diriji hacía las canchas de la escuela, ellos estaban ahí. Me acerque y les dije que si podía jugar.
-No- Respondió uno de ellos-
Me sentí incomodo en él momento, pero después de un rato de estar viendo me metí a jugar.
Él fútbol es algo que se me da más o menos bien, su forma de jugar es demasiado ruda, no sabían nada sobre reglas, era fútbol callejero de mala forma. Decidí irme de ahí, me fui de la cancha hacía él baño, en él lavabo mientras me lavaba para limpiar en sudor de mi rostro, llegaron ellos de repente y me rodearon, me sentí inseguro en él momento.-Perdimos por tu culpa- no paraban de decir.
-No fue culpa mía- les dije mirándolos a cada uno con demasiada valentía.No me sirvió de nada hacer eso, me golpearon hasta hacerme sangrar.
Después se fueron al salón de clases, yo me quedé en él baño un rato tirado en él piso, me levante con pocas fuerzas para terminarme de lavar él rostro, él piso del baño quedó con algo de sangré cuando salí venia él conserje, fue cuando pude recordar que era aquel hombre de traje con él que estaba en la cafetería.