Rubia Obseción

《Capítulo 7》

Llegamos a casa, Isabelle se encuentra en la cocina,  haciendo pasta.

Yo subo a mi habitación a ducharme, cundo salgo coloco,  un short y una blusa de tirantes. Bajo para ayudar a Isabelle en la cocina.

Soy con ciente que Doughlas está invitando a todos sus amigos. Y yo subo a mi habitación, cojo mi teléfono y llamo a Lucas.

-Hello.-Dice la persona del otro lado de la línea.

-Hola, Colton.-Digo.

-¿Clary?-Dice. No sé a quién el espera que hable cuando pregunta si soy yo. -Perdón,  soy tan estúpido claro que eres tu.-Dice sacándome de mis encimismamientos.

-No importa. Quisiera saber si vas a venir a mi fiesta de cumpleaños.-Digo.

-Ya Doughlas me dijo.-Dice.

-Oh...-Digo porque no se que decir.-Te veo mañana.-Digo al fin.

Le envío un mensaje a Simon.

¿Estarás aquí mañana?

No me responde así que bajo con mi celular, Isabelle esta sirviendo, y yo la ayudó con el plato de Doughlas.

Estamos todos en la mesa cenando y mi teléfono suena. Abro el icono del mensaje y es de Simon.

Si, sabes que no me perdería la fiesta de mi princesa.
Te morirás cuando veas lo que tengo para tí.

Le respondo dicendo: Ok te veo mañana.

Lavo los trastos y subo a mi habitación a hacer las tareas que dejó el profesor de Química.

Escucho el timbre y Doughlas grita yo voy.

Minutos después sube Doughlas con el ceño fruncido en tristeza, preocupación y enojo.

- ¿Qué tienes?-Digo.

-Es que...-Puedo sentir los nervios en su voz.-
Hay alguien esperandote abajo.

Salgo de mis sábanas y estoy parada en la puerta.

-No te va a gustar lo que vas a ver allá abajo.-Dice Doughlas quitándose de la puerta.

No le respondo una angustia, y un nudo se instala en mi garganta. Y no puedo. Solo puedo.

Cuando me percato de quien se trata, mis ojos se llenan de lágrimas, pero no voy a llorar, no puedo llorar por él. Me hizo tanto daño, que solo de mirarlo me da asco, me repugna.

Me aclaro la garganta, y el me mira con sus ojos preocupados.

-¿Qué haces aquí? -Digo fría.

-Sólo vine a hablar contigo.-Dice poniéndose de pie.

-No tenemos de que hablar.-Digo.

-Clarissa, cariño, sé que te hice daño, y lo siento por eso, pero...

-Daño, estas seguro que solo daño.-Digo y el nudo se aprieta en mi garganta, las lágrimas empiezan a salir, pero me las arreglo para decir. -Me dañaste,  me marcaste la vida para siempre, en sólo pensar en eso, me aterra tener a alguien a mi lado, porque estoy segura que no podré darle mas de mi.-Digo y pienso en Simon.

-Lo sé y lo lamento, por eso es que he venido a hablar contigo.-Dice, quiere tocarme, pero en sólo pensarlo, me aterra, y me da asco.

-No me toque.No te he dado ese derecho.-Digo.

El se aleja un par de pasos, sus ojos empiezan a cristalizarse.

-¿Cómo puedo saber si lo siente? si violaste a otra chica, le marcaste la vida a ella también. Y sin pensar que es tu hija también.-Su cara es de horror ahora.