- Entonces le escribiste la canción. — Jihoon asintió mientras mordía un pedazo de pizza. — Y se la diste a otra chica.
Seokmin movió la cabeza negando. El chico que tenía al frente había sido su amigo por más tiempo del que él podía contar. Era talentoso, con un sentido del humor negro y bastante inteligente. Hasta que se trataba de Ailee. Ahí, se volvía una rata miedosa que no era capaz de hacerle frente a sus sentimientos.
- ¿Querías que se la dé a Ailee? — Esta vez fue el turno de Seokmin para asentir. Jihoon soltó una risa seca — ¿Qué se suponía que le iba a decir? ¿Te amo, lo siento?
- Las personas no deberían disculparse por amar. No deberías hacerlo tú.
-No lo entiendes. — Seokmin se recostó sobre el respaldar de la silla
- Tienes razón. No lo hago. Si se lo hubieras dicho, al menos tendrías una respuesta. ¿Te das cuenta que no es justo verdad? Cada tarde en tu estudio, una chica canta una canción de la que no es dueña. Le has hecho creer que tus palabras le pertenecen. Peor aún, le has hecho que se pertenecen el uno al otro. Cuando te mira... — Seokmin respiró profundo — ¿La amas si quiera?
- Aún no. Pero lo haré Seokmin. Voy a amarla. ¿Cómo no podría?
- Porque no es Ailee. — Seokmin levantó las manos para callar a Jihoon — Como sea, ¿Cómo está ella?
Jihoon frunció el ceño.
Por la noche al llegar a casa del estudio, la falta de Ailee lo golpeó en el pecho. Su risa no se escuchaba en ningún lugar cercano, ella no estaba. Y a pesar de que desde hace mucho no estaba. A veces, cuando menos lo esperaba le parecía que el olor de su perfume lo rodeaba por completo. Desesperado por quitársela de la cabeza la había besado, cuando eso no funcionó la acercó hasta su cama sin decir una palabra.
Y la amó. La amó, mientras veía en su piel a alguien más.
Cuando se había levantado en la mañana la había dejado acostada en su cama. Su largo cabello descansando sobre la almohada, su ropa mezclada con la suya esparcida en el suelo. Era hermosa, pero tal y como había dicho Seokmin no era Ailee. Nunca lo sería.
- Bien. Ella está bien.
Seokmin jugó con la tapa de su bebida mientras veía a su amigo luchar internamente. Si fuera por Jihoon, la vida seguiría su curso. Probablemente cambiaría de novia en un par de meses. Cuando el parecido entre ambas se hiciera más distante no lo soportaría y encontraría a alguien más. El tiempo pasaría, y él se hundiría más. Seokmin quería hacer algo por él. Pero no puedes ayudar a alguien que no quiere ser ayudado.
- ¿Y tú?
A pesar de que le dolía, Jihoon no decía nada. Se sentía culpable, por no poder olvidarla, por no poder decirle, y por no querer a la persona indicada como era debido. — Bien. Tan bien como puedo estar.
Seokmin sonrió. — Si sigues así, terminarás rompiendo el record de mayor cantidad de canciones en un año. — Jihoon le devolvió la sonrisa.
- Por lo menos me dejó algo ¿no?
- ¿Mil heridas para redactar?
Jihoon asintió. Si pudiera retroceder en el tiempo para cambiar las cosas. Aún se enamoraría de ella.
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NO TODAS LAS CANCIONES SON CANCIONES DE AMOR |* Jihoon ~ Ailee
KurzgeschichtenUna canción sería escrita en su nombre. Aunque ella no lo supiera. Pero estaba bien, las canciones de desamor no deben, nunca, conocer a su dueño.