Capítulo 8

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-Claro ¿Te gusta ya alguno o quieres que te ayude?
-La verdad no se aún.
-Te puedo mostrar algunos.
-Esta bien.
-Sigueme.

Tayler no me soltaba y eso ya era incómodo así que lo aparte de mi y camine un poco más rápido que el.

-Esta es una de las colecciones más nuevas.
-Son muy... Pequeños.

-Eres delgada, te quedarán perfectos.
-¿Tu crees?
-Si.

-Puedes medirtelos si quieres.
-Mejor.
-Por allá están los probadores.
-Gracias.

Tome un par de bikinis y los lleve al probado, Tayler se quedó afuera con la chica pero claro desde dentro podía escuchar como le coqueteaba a Tyler.
Me cambie de nuevo y salí con los bikinis en el antebrazo.

-Listo.
-¿Te decidiste por alguno?
-Si.

La chica se fue al mostrador con uno de los trajes de baño que me llevaria.

-¿Nueva conquista?
-Pensé que me violaria si no salías.
-Me hubiera tardado un poco más.
-Seré tu hermano, cuidame.
-Mmmm... No.

Fuimos a pagar y salimos de la tienda, regresamos a casa para cambiarnos e irnos.

-Lleva tu traje de baño bajo tu ropa así no tendrás que irte a cambiar en el club.
-Esta bien... Tayler, gracias.
-De nada.
-Me voy a cambiar.
-No tardes.

Tayler
Odiaba sentir eso que estaba sintiendo por Summer, no me gustaba ni me interesaba pero me sentía con la obligación de cuidarla y no dejar que nada le pasara, tenía que protegerla y entenderla un poco por lo que estaba pasando; sus papás se divorciaron, su papá se iba a casar con mi mamá y su mamá se fue sin despedirse de ella.

-Tayler... Tayler.
-¿Qué?
-¿Estás bien?
-Si.
-¿Seguro?
-Si seguro.
-¿Nos vamos?
-Claro.

Salimos al club, cuando llegamos nos dijeron que pasaramos a la alberca donde nos estaban esperando nuestros padres.

-Así que aquí es a donde traes a tus amigas.
-Normalmente no... Nunca he traído a ninguna de mis "amigas" al club.
-Me sorprende.

-Hija.
-Hola papá.
-Feliz cumpleaños mi amor.
-Gracias.

George abrazo a Summer y le dio una pequeña cajita roja.

-Felicidades Summer.
-Gracias señora Visser.
-Dime Annie por favor.
-Esta bien... Annie.

-¿Qué es esto papá?
-Tu regalo de cumpleaños.
-¿Qué es?
-Abrelo.

Summer abrió la cajita que le dio su papá.

-¿Una tarjeta de crédito?
-Si hija, Así no tendrás que pedirme dinero cada que lo necesites.
-Wow papá... Gracias.
-Se que eres lo suficiente madura para tener una tarjeta de crédito aún que tampoco te emociones demasiado, esta anclada a la mía así que sabré cuanto gastas además de eso tiene límite.
-Gracias papá te prometo que no la voy a usar mal.
-Lo se mi amor.

-¿Ya desayunaron?
-No hijo los estábamos esperando.
-Que bueno porqué muero de hambre.
-Vamos al restaurante.
-Si vamos.

Fuimos al restaurante a desayunar, pedimos lo mismo los cuatro y mientras nos llevaban él desayuno hablamos sobre la boda y lo que pasaría con Summer ahora que su madre no estaba.

-Queremos hablar con ustedes de algo muy importante para nosotros.
-¿Qué cosa mamá?

-Bueno veran, como Annie y yo estuvimos casados antes por la Iglesia ya no podemos casarnos nuevamente así que la boda sólo será por lo civil pero aún así nos iremos de Luna de miel y queremos que ustedea vayan con nosotros.
-Papá nosotros seremos mal tercio en su Luna de miel.
-Hija no sólo irán ustedes dos.

-¿Ah no?
-No Tayler.
-No entiendo.

-Ni yo papá.
-Veran, ustedes son nuestros únicos hijos, bueno Annie tiene dos hijas más pero ellas no viven aquí en Miami.

-¿Y quien iría con nosotros?
-Ambos podrán invitar a dos de sus mejores amigos.

-Tayler puedes invitar a cuantos amigos quieras, yo no iré a esa Luna de miel.
-¡Summer!

Se levantó de la silla y salió del restaurante, yo me levante después de ella y salí detras.

-¡Summer... Summer... Esperate!
-Tayler no quiero hablar.
-Yo se que no estas muy de acuerdo con la boda de nuestros papás pero...
-¡No es que no este de acuerdo! A mi no me molesta que mi papá se case de nuevo.
-¿Entonces?
-Me molesta que me diga las cosas como si tuviera años de estar separado de mi mamá y como si yo no tuviera sentimientos.

Summer empezó a llorar y no pude soportar verla así y la abrace dejándola llorar todo lo que quisiera sin reprocharle absolutamente nada.

-Lo siento.
-Esta bien ¿Te sientes mejor?
-Si Tayler.
-¿Quieres algo de tomar?
-No gracias.
-No comiste nada... Vamos a sentarnos en ese camastro y pediré algo de comer para ti.
-Tu tampoco desayunaste.
-Pediré algo para los dos.
-Por mi puedes regresar con tu mamá.
-Mi mamá estara bien sin mi.
-También yo.
-No lo creo.

Nos sentamos en el catastro y pedí fruta y omelettes para los dos. Cuando llegó el desayuno ambos comimos y hablamos como sí nos llevaramos bien desde siempre.

-¿Quieres entrar a la alberca?
-No, me quedaré aquí pero si tu quieres ve.
-Bien iré a nadar un rato ¿Puedo dejar mi camisa aquí?
-Claro.
-Gracias.

-Gracias

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