Para Mikey la patrulla de aquella noche era mortalmente aburrida. No sucedía absolutamente nada. Ni Kraangs, ni Dragones Púrpura, ni Clan del Pie, ni si quiera sus hermanos mayores para molestarlos.Enfermo de estar completamente aburrido, se le ocurrió tomarse lo que él pensaba como un merecido descanso, haciéndole una visita a April con la esperanza de que aún no se haya ido a la cama.
Pero cuando estaba a sólo un par de tejados de distancia, vio algo que lo hizo esconderse en las sombras instintivamente.
Era April, en su balcón. Y no sola. Leonardo estaba con ella.
-¿Por qué Leo está hablando con April cuando estamos en plena misión de sigilo? ¿Y por qué April no tiene el pijama a esta hora? ¿Me lo estoy imaginando, o aquí está pasando algo raro?- se preguntaba en voz alta.
Pronto Leo se marchó, y a Mikey le pareció curioso el beso que le dio en la frente a April. Sabía que se querían, es decir, todos eran una familia, pero aún así le resultó un poco insólito. Mikey y ella no se mostraban el mismo cariño, y eso descubrió en el interior del chico un sentimiento triste. Él también quería que April le prestara atención.
Antes de que su líder le descubriera haciendo novillos, se alejó del lugar.
🐢
-Chicos, quiero hablar con Leonardo, ¿sabéis dónde está?
Las alarmas de Mikey se dispararon detrás de su cómic. Tan solo acaba de llegar, y April ya estaba preguntando por su hermano.
-Está en el dojo- le indicó Raphael sin dejar de mirar el maniquí al que pegaba puñetazos.
-Gracias.
Mikey quería espiarlos a hurtadillas, pero con Donnie y Raphael delante iba a resultar imposible.
Después de dos horas, cayó la noche y los chicos decidieron ir de patrulla. Por petición de Mikey, April le acompañaría para que no se aburriese como la noche anterior.
En cuanto se separaron, April perdió de vista a su compañía.
- Mikey...¿cómo te he perdido tan rápido?- se preguntó la joven casi en un suspiro.
Al darse la vuelta fue inesperadamente golpeada en la cara por dos globos de agua.
-¡Booyakasha!- gritó Mikey.
El pillo hizo un pequeño baile de victoria y sonrió a April. Ella lo miró enfadada, pero, contra todo pronóstico, tan solo le preguntó:
-¿Se puede saber por qué estas tan contento?
- No lo sé, estoy feliz.
April suspiró y se pasó las manos por el pelo mojado. Por suerte esa noche no hacía frío.
-Ay, empecemos con la patrulla. No te distraigas, Mikey.
Andaron largo rato por los tejados de la ciudad vigilando todo a su alrededor, hasta que Mikey decidió lanzarse.
-Oye...¿Tú y Leo...tenéis algo especial?
April frenó su marcha. A decir verdad ya estaba cansada y un poco de charla no le vendría mal. No obstante, la pregunta de Mikey le resultó muy rara.
-¿Especial? ¿A qué te refieres?
-Mira, voy a ir directo al grano- Mikey pareció cobrar otra actitud más confiada-: ayer os vi a ti y a Leo en tu casa y hoy os habéis pasado toda la tarde en el dojo a solas.
-Oh, Mikey- soltó April sin poder contener una sonrisa. - Está bien, te daré explicaciones. Ayer Leonardo me hizo una visita, nada más...
- Pero, ¿qué hacías con la ropa?- la cortó el mutante.
- Había salido con un amigo. Mikey, apenas eran las once y media, no te extrañes tanto por no llevar el pijama puesto.
-¿Y-y lo de doy? ¿Qué hacíais Leo y tú?
- Entrenar. Le pedí que me ayudara con algunos consejos. Como el sensei aún no está al cien por cien por el resfriado, tomé a Leo como maestro.
- Oh...
-¿Ves? No pasa nada, Mikey. Leonardo es como mi hermano mayor...Bueno- April se mostró mas tímida- yo ya lo considero mi hermano.
Mikey miro con cara algo triste a April.
-¿Y yo...? ¿Me quieres igual a mí? ¿Yo... soy tu hermano?
April alzó la mirada sorprendida y lo miro a los ojos.
-¡Mikey...! ¿Cómo, si no, acabo de aguantar que me hayas tirado dos globos de agua a la cara?
- ¿Lo dices de verdad?
- ¡Pues claro que sí!- April se acercó a él y le dio un afectuoso abrazo- Mi adorable hermanito menor.
"Su hermanito menor..." pensó Mikey, sonriendo feliz a las estrellas.
Fin💕