El sabor del arcoiris ↪Taegi↩;Bts

Cuatro) Amarillo

Capitulo largo

Amarillo, tal como un rayo de sol alumbrando en los momentos mas difíciles.

Al día siguiente hubo clase normal. Ningún maestro se le dió por faltar ese día, justo cuando tenia tantas ganas de conversar con Yoongi. A pesar de que sea mi compañero de pupitre no nos dirigimos ni una sola palabra.

(...)

Después de la jornada dé clase fuí directo a mi casillero que estaba a dos puestos mas cerca del de Yoongi.

—Oye Min ¿me vas a mostrarme de nuevo ese lugar?— dije mientras recogía mis libros y los guardaba en el maletín al igual que él.

—No tengo tiempo— el joven dio media vuelta y se largo sin decir nada mas que eso.

—Pues gracias por tu amable respuesta— refunfuñé lanzando de un portazo la tapa del casillero.

Ayer era de lo mas social y afectuoso ¡ha! Pero pasa un día y se le quita lo buena gente.

(...)

Llegue al apartamento y me acosté en él colchón. Algunos de los momentos que anduve con mi ex novia pasaron por mi mente. Parecía un maldito cuento de hadas, eramos tan felices, pero la vanidad de ella quiso tomar riendas en nuestra relación.

Mensaje nuevo

Hola.

  Por favor no me
    hables todavía.

¿Querrías acom-
pañarme esta
tarde?                                                                   

Para qué

Necesito presen-
tarte a alguien.

Hablamos luego
¿quieres?

Taehyung si
no vienes le
diré a tu madre
sobre lo nuestro.

✔✔

(...)

6:00 Pm. Justo a la hora acordada. El cielo daba avisos con sus enormes nubarrones de la fuerte lluvia que vendría.

La bocina de un carro me desconcertó de mis pensamientos.

—Viniste— Una voz aguda y muy reconocida salio de él automóvil.

—Solo termina con esto ahora mismo YuuHi— respondí sin dejarle que termine su "presentación".

—Bueno, si tu lo dices— la chica salio del auto al igual que unas tres personas que iban en los asientos traseros.

Él encuentro era en un lugar casi oscuro, algo parecido a un callejón.

Dos de los hombres tenían lentes oscuros que no les permitían ver su total identidad y estaban uniformados con smokins negros. Él tercer hombre también utilizaba lentes de ese color excepto que este era mas joven y su vestimenta era diferente.

—Que piensas hacer— retrocedí ante la presencia de esos "caballeros" que le acompañaban.

La chica no respondió verbalmente, sino que se acercó al joven que aparentaba tener casi la misma edad mía y le dio un beso apasionado mientras dejaba que este le tocara.

—¿A eso llaman beso?— solté unas risas — ¡Ja! Patético— voltee mi mirada, no quería ver sus malditos rostros.

—Patetica es tu estúpida vida— habló la chica— Él me da mas de lo que tu me diste, yo recibo amor y–

—Dinero, recibes dinero— le corte su charla halagadora— Si para esto me llamaste mejor me largo.

No podía aceptarlo, pero por dentro me dolía que esa zorra tuviera a otro chico o "a otra presa" que callo en sus engaños. Queria desahogarme al igual que las nubes cuando llueve, quería llorar.

Había dado la media vuelta para marcharme cuando de repente aquellos dos hombres me tomaron de ambos brazos y me lanzaron hacia una pared. Sus manos y pies impactaban en mi cara, abdomen y espalda, el cual respondía expulsando sangre por la boca. Mis ojos empezaban a entre cerrarse y a acumular agua; tanto de dolor físico pero mas del emocional. Y las gotas que caían del cielo para luego convertirse en tormenta no ayudaban en nada.

—Yu–u Hi— entre sollozos miré a la chica y su acompañante.

—Déjenlo— su voz hizo que los hombres dejaran de golpearme— que te quede de lección Kim Taehyung, esta es la realidad, paga por tus actos.

Mi cuerpo callo de lleno en el sólido piso. Ella y esos hombres entraron al auto y se marcharon como si nada. Yo no estaba inconsciente o por lo menos todavía no, así que alcance a ver la placa del carro.

Me levanté como pude de allí y caminé unas cuantas cuadras para después sentarme en él anden de un parque. Estaba muy a dolorido, no quería dar un paso mas o sentía que esos golpes iban a convertirse en dolores de fracturas.

La lluvia empeoraba al igual que mis ganas de lamentarme en lágrimas. Pero ¿porque no hacerlo? no había quien me estuviera observando, estaba completamente solo de bajo de un farol observando caer las enormes gotas de lluvia que adornaban él cielo azul pastel.

Mi rostro se empapo de mis lágrimas las cuales eran las únicas que me brindaban calor aunque solo fuera en mis mejillas. Cada vez eran mas grandes y me provocaban a sacar uno que otro grito ahogado.

(...)

El sonido de unas bolsas caerse al suelo y el de unos pasos acelerados me hizo rodar mis ojos para fijarme en la persona que se me acercaba. Yo tenia él cabello en la cara, eso me permitía cubrir mis lágrimas que no paraban de brotar como una "torrente de agua". Baje mi cabeza para impedir que me viera a la cara.

—¡Que coño haces sentado en él andén!— Por su voz fría y algo gruñona reconocí a la persona que me gritaba como madre histérica— ¡Eh! ¡¿Acaso no me responderás mocoso?!

Tenia vergüenza de hablarle por el estado en el que me encontraba, además no era el momento adecuado ya que estaba llorando, solo que sin dejar que ningún sonido saliera de mi boca para que él no lo notase, odiaba que me vieran débil.

—A los mayores no se les ignora— el chico empujó mi hombro de un fuerte tirón hacia atrás. Su cara de viejo gruñón se desvaneció apenas vio mi rostro.

—...— Lo mire a los ojos sin decir nada.

No se porque apenas lo ví me entraron unas ganas de romper en llanto más de lo que estaba. Y así fue, mis lágrimas dieron a reventar y el sonido de mi dolor salio a la luz.

El chico sin decir nada se sentó al lado mío y pasó una de sus manos por detrás de mi hombro.

—Todo estará bien— me dió unas palmadas en la espalda— Pareces un despechado— sonrió en forma afectuosa, aunque lo último que dijo no me dió gracia.

—Y tú una madre preocupada— Me reí un poco— gracias de todos modos.

La lluvia fue cesando al igual que mis lágrimas. Pero aun así no nos levantamos de allí, yo quería quedarme un rato mas así. La presencia de aquel chico me era de mucha ayuda.