-¿Estás bien?.-Me acerqué a ella traté de ayudarla a caminar.Con cuidado de que Abie no callera abrí la puerta. Recé por que mi tía no hubiera vuelto, y por una vez tube suerte.
Subimos a la habitación, al llegar la tumbé sobre mi cama.
-¿A dónde fuiste? .-La pregunté, recordando como desapareció nada más llegar a la fiesta.
-Corrí de él. -Las palabras salían con dificultad de su boca, y costaba tiempo entender lo que decía.
-¿De quién? -Sus ojos se iban cerrando, pero aún así hizo fuerza para responderme.
-Del que te hizo eso.-Señaló a mi cuello que se encontraba tapado por mi melena, aparté el pelo y me asusté al divisar la perfecta marca.ensangrentada en mi cuello.
Cuando iba a preguntarle más, se durmió. Yo en cambió, tardé horas en coinciliar sueño, las preguntas sobre la marca de mi cuello estaban ahí, en mi mente.
Cuando el Sol traspasó las cortinas, noté la luminosidad en mi habitación. Froté mis ojos y miré a Abie, que plácia a mi lado.
Cuando ambas salimos a la calle después de prepararnos las preguntas volvieron a aparecer.
-Por que tengo esta marca- Señalé mi cuello que estaba tapado por una tirita.
-Justin, es un poco bruto, lo digo por experiencia.
-¿Es por lo que huiste ayer?-Se lo pensó y asintió.
-Digamos que sí.
¿No entendía nada, desde cuando para ver constelaciones hay que morder?.¿Y cual es la verdadera razón por la que huyó de él?
