El sol ardía por la mañana, los rayos de este chocaban con el mar.
"¡Jaja, Maui!" Las risas de Moana se hacían presentes con las bromas del semidiós.
De seguro habían pasado horas disfrutando de la compañía del otro, algo que, como ya saben, hacían usualmente.
"Moana, tengo algo muy importante que decirte..." La voz de Maui obtuvo un tono serio, cosa que puso a Moana prudente para responder.
"Dime." Sus miradas quedaron conectadas, mientras que las mejillas de Moana iban tomando un color carmín bajo.
"Moana, yo...—" se quedó mirándola unos segundos, soltó un suspiro antes de poder continuar. "he encontrado a mi alma gemela."
"¿¡En serio!?" Los ojos de Moana se abrieron repentinamente & sus pupilas se dilataron. "¿Qué esperas?¡Dime quien es!"
"Es... E-eres—" el momento se vió interrumpido.
"¡Moana!" Era el señor Waialiki, quién no tenia una expresión muy agradable. "¡Moana, tienes que alistarte para la boda!" Le gritó, mientras la agarraba del brazo.
La chica se puso de pie, había sido jalada por su padre.
"¡Papá, espera!" La chica volvió a mirar & el semidiós ya no se encontraba, se podía ver como un águila se alejaba.
"¡Vamos Moana, ya he elegido con quien vas a casarte!" El señor Waialiki estiraba suavemente a su hija.
"¿¡Qué—!?"
...
El cabello de Moana estaba adornado por las flores más hermosas de la isla.
Su vestido no iba más allá de la rodilla, tenía los hilos mejor trabajados, diseños de olas se hacían presente a partir de la cintura.
Pero la ausencia de la parte más importante de una boda era notable, faltaba la sonrisa de ilusión y el entusiasmo de unir lazos con aquella persona frente al altar.
Había recibido miles de cumplidos y hasta miradas de envidia por parte de algunas aldeanas.
Pero esto le daba poca importancia, su mente solamente se concentraba ahora en dar pasos lentos en camino al altar. Poco enfocada estaba en las miradas que señalaban que ella era el centro de atención, quería terminar con eso y ya.
"Te ves hermosa." Fueron las palabras suaves de su padre, quien caminaba a su lado con una pequeña sonrisa. Moana respondió con una mirada vacía, tal vez expresando demasiado lo que sentía.
Al despertar de sus pensamientos, se encontraba chocando miradas con el que sería su esposo, hasta que la muerte los separe.
"Tobias, ¿Aceptas a Moana Waialiki como tu esposa, para cuidarla y amarla, hasta que la muerte los separe?"
"Acepto... y no creo que sea necesario preguntarle a la señorita, nadie se perdería la oportunidad de ser mi esposa." Dijo mientras arreglaba su cabello.
"Disculpe, pero es la ley preguntar a ambas personas." Respondió el señor que los estaba casando. "Moana de Motonui ¿Aceptas a Tobias como tu esposo?"
Ella solo quedó en silencio, escuchaba su respiración y su corazón que latía rápidamente.
"Y—yo... no puedo hacerlo" lágrimas corrían por las mejillas de la chica, giró su cabeza hacia los invitados, todos boquiabiertos y con las miradas en ella.
El silencio acaparó el momento, hasta que conectó miradas con Maui.
Él estaba ahí, parado sobre el umbral de rosales, su respiración alterada y voz jadeante, cansado de haber volado tan velozmente.
"¡Moana—!" Exclamó dando el primer paso por el largo pasillo de flores."¡tú eres mi alma gemela!" Gritó con los ojos cristalizados.
"¡Maui!" Correspondió Moana en llanto.
Ambos corrieron para encontrarse, su abrazo fue el más satisfactorio y las emociones chispeaban.
"Lamento no habértelo dicho antes..." Le susurró Maui mientras se ahogaba en las lágrimas. Sus manos rodeaban a la contraria con fuerza, no quería dejarla ir por nada.
"Está bien, todo está bien." Respondió con un hilo voz demasiado suave, calmando toda inquietud que sentía el semidiós.
"Es que soy un completo estúpido, no debí haberme reído cuando aparecieron esos idiotas—"
"¿Mis pretendientes?" Preguntó respirando una risilla.
"Idiotas." Corrigió él. "Y no debí esperar tanto para decirte esto, tal vez ni siquiera debí hacerlo, ¡agh! No debí—"
"Te amo." Su sonrisa no parecía querer desvanecerse, posó ambas manos sobre las mejillas del contrario.
El hombre sonrió en respuesta, copió los gestos de la chica para decir: "también yo."
"¿Es normal llorar en las bodas?" Uno de los pelirrojos tenía una caja de pañuelos en manos, limpiando sus propios mocos.
"Cállate Will, arruinas el momento." Su hermano también estaba derramando lágrimas.
"¡Shhhhhhhh—!" Exclamó un rubio, el pretendiente tenía dos gemas entre brazos y una expresión defensiva. "¡Anastasia y Rose no pueden escuchar, cállense!"
La pareja compartió un suave y tierno beso, sonriendo contra los labios del contrario y pidiéndole a todos los dioses nunca ser separados.
El padre de la chica soltó un suspiro ahora sonriendo con los brazos cruzados, definitivamente aprobaba esa relación.
Mientras tanto, el novio plantado se encontraba mirando la escena con enfado, la boca en forma de una "O" y el ceño levemente fruncido.
"¡Ni buena estabas!" Exclamó saliendo del lugar, siendo seguido por su padre.
"Ardido." Exclamó Bill entre risas.
"No lo hubiese dicho mejor." Moana al fin era feliz como una lombriz.
...
¡Hasta que las vagas decidieron terminar con esto! ^w^
¿A alguien por aquí les gusta fnafhs?
¿Si? ¿No?
¡Igual! ¡Vamos a hacer un fanfic sobre eso!
Esperamos que les haya gustado💫Adioh ❤️
Iru y Ayu
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Soulmate 🌸 Moana & Maui 🌸
FanficLa trama gira en torno a dos amigos que nunca pensaron en estar destinados a ser almas gemelas. [ Moana & Maui ]