"Cementerio de Flores"

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Soy aquella flor hermosa de primavera
que se marchita lentamente en otoño,
cayendo fríamente cada pétalo,
sintiendo como el destino le arranca
lo más preciado que tiene, otra vez
más quedo a merced de vuestras manos
y siento como despedazas mis pétalos
y rompes mi corazón.

Sólo puedo yacer en la tumba
de su corazón, cerca del olvido
y de una oscura pasión, sólo
su rostro recordaré en mi cementerio
de flores; junto a mis olvidados
Jazmines, mis desolados Tulipanes,
mis marchitos Crisantemos y mi seco corazón.

Una ágria luna de miel, una fantasía
anhelada, un sueño reluciente, puedo
recordar tu rostro pálido como una Cala,
tus labios rojos como una rosa,
tus bellos ojos como hiedras otoñales. El
aire frío de otoño azotó mi corazón: ¡Sólo
quería poder florecer!

Abundan las Ortigas y los Helechos,
ese es mi destino clavarme cada vez
que toco el amor, herirme cada vez
que deseo amar.

¡Oh cariño! Mirad como mis Lilas
se lamentan,
mis Alelíes lloran,
mis Azucenas se quejan y
como mi primavera se marcha.

¡Oh ladrón de mi jardín! Que
ni siquiera sabéis de mi existencia,
soy solo una migaja de pan,
sólo soy musgo, tan solo
un susurro bajo el agua esperando el día
en que me puedas oír.

¿Cariño has oído como la Flor de Amapola
delira al verte pasar?
Y que puedo decirte de mis Gladiolos
están obsesionados con tu mirada y tus
grandes ojos.

¡Oh amor mío! Que me consumes en
llamas y echáis a volar mis cenizas,
¡Oh pobre de mí! , ¡Pobre de mi jardín!
¡Que seco está! Pues tu agua ya no lo riega,
tus besos se han marchado y bajo ellos
un racimo de claveles marchitaos'.

¡Oh mis queridas Orquídeas!
que solo crecen de ilusión,
díganle a Cupido que ayude
a enamorar a mi amor, que hace mis noches
penumbrosas y desoladas por su ausencia.

Mis bellas Francesillas hacedle saber
a mi amor que soy quien lo cobijará
cuando este se haya helado,
quien lo sentirá cuando este no sienta,
quien le dará sus piernas cuando este no
pueda caminar, y quien lo recordará cuando
nadie lo recuerde.

Mis noches frías no cesan,
mis Narcisos se hielan junto con mi martirio,
mi boda se hace esperar,
espera que nunca llegará.

Solo Morfeo es testigo de
que en mis sueños locamente
nos amamos, entre Margaritas
y Jacintos, susurráis tu amor
delicadamente cerca de mis labios.

¿Ya lo habéis olvidado?
en aquel campo de amantes apasionados,
soplaste aquel Diente de León llevando
lejos mi corazón.

¿Ya habéis culminado?
aquel éxtasis desenfrenado de placer,
en donde las Flores de Loto abundaban
y solo jugábamos a amarnos.

¿Ya habéis vuelto a Tierra?
después de mil y una vez oler las Hortensias,
tocamos y sembramos aquel amor hasta en
la Luna; fogoso, encendido, afrodisiaco,
se consumía como incienso,
mientras consumía algo más que pasión,
mi corazón marchito.

¿Nuestro amor llegará a Urano? ¿O se
mantendrá en mi cementerio? Con
aquella tierra seca de olvido
y angustia. Aquellas tierras
revolvieron el Sodoma y alcanzaron la gloria,
como bestias fogosas,
como ángeles adheridos.

Los otoños recorreré y mis pétalos
serán olvidados, la primavera acontecerá
y nuevamente recordaré el rostro de
mi amado. En la cumbre del Edén,
en el Ello,
en el Soma,
en el cementerio de flores marchitas...
donde juegan a amar los enamorados.

"Cementerio De Flores" (Poem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora