Capítulo 2

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Ya han acabado las clases y voy por el bosque siempre regreso por él ya que mi casa está al lado, aunque antes de llegar decido quedarme en mi sitio favorito.
Me adentro en un sendero medio oculto, contra más dentro del bosque más relajada estoy, me rodea una sensación de tranquilidad, y subo hasta la roca que sobre sale del terreno, me siento. Me quedo un rato pensando en el día de hoy, pero mi mente divaga hasta mundos ocultos, la inspiración siempre llega a mí, en este lugar y cuando voy a sacar mi cuaderno para dibujar, oigo unas ramas quebrarse.
  Suelen pasar ardillas por los árboles así que no me molesto, pero lo vuelvo a oír y mi instinto se pone alerta, pero no veo a nadie, solo siento que lo que viene es peligroso, cojo cuidadosamente mis cosas y me escondo debajo la roca entre los arbustos. Veo unas bambas de cuero altas, me resultan familiares, lo veo llegar hasta la roca donde estaba y se para un momento, contengo la respiración.
   Esta unos segundos y luego se marcha, suspiro de alivio, puede ser que solo sea un senderista, pero ese calzado parece caro, y aquí no suele venir gente, esa es una de las cosas que más me gusta de este lugar. Espero uno o dos minutos para ver si vuelve y al no ser así salgo. Pero todavía siento el nudo en el estómago.
Me dirijo corriendo por el camino para volver a casa, cuando alguien me embiste y me atrapa en el suelo. Intento zafarme de él, se que es un hombre y robusto, tiene mucha más fuerza que yo. Levanto la pierna y le doy en sus partes, a continuación pierde fuerza, suelta un grito de dolor, pero me sigue retenido, estiro el brazo y encuentro una piedra bastante grande y le golpeo en la cabeza, ahora si logro quitármelo de encima, pego un salto y me voy corriendo como nunca antes lo había hecho. Sólo pienso en correr y llegar a casa, se que no me sigue pero voy lo más rápido que puedo.
Cuando llego a casa se que no está ni mi madre ni mi hermano, ya que una esta en el trabajo y el otro está en el colegio. Cierro todo y se que ya estoy a salvo. Lo primero que hago es ducharme para relajarme. Entró en el baño es bastante grande y es de racholas negras y blancas. Me meto en la ducha que está en una de las esquinas más alejadas y pongo música en el móvil.
Me paro a pensar en lo ocurrido mientras dejo que el agua me caiga encima. Ese grito..., he escuchado esa voz pero ahora no logró recordar a quien pertenece. Al lavarme el pelo noto que me duele y escuece en la parte superior de la frente. Me pongo una toalla y salgo del lavabo y me miro al espejo. Tengo un corte, me habré cortado con alguna rama al salir corriendo.
Cuando he acabado de ducharme y curarme la herida, vuelvo a abajo ha la cocina, recorriendo el pasillo hasta las escaleras y bajo a la cocina que está al lado izquierdo y me preparo un té. De repente oigo mi móvil arriba, alguien me está llamando, corro al lavabo a coger-lo y veo que es mi madre:
- Hola, mamá, ¿qué quieres?
- Que te acuerdes de recoger a tu hermano, que yo llegaré tarde tengo que quedarme de guardia.
- Vale, ¡nos vemos luego!
Cuando cuelgo, pongo la alarma, para que no se me olvide, y voy para la cocina, cojo el té y me voy para el sofá. Me pongo a leer un libro que trata sobre los seres del bosque que compré en una tienda esotérica, ya que en una hora debo recoger a mi hermano. Pero me quedo enfrascada leyendo sobre los tipos de feéricos, es fascinante y lo bellos que los describen, todo tiene un aura de familiaridad que hace que se encoja mi corazón. Estoy tan enfrascada que apenas me doy cuenta cuando suena la primer vez la alarma, la segunda vez ya la apago, entonces me levanto y cojo el abrigo ante de salir de casa.
...
Cuando vuelvo con mi hermano se sienta corriendo en el sofá a ponerse una serie que dan cada tarde. Sabiendo que tiene deberes le digo que me dé el mando del televisor y se pongas hacerlos.
  - ¡No, deja que acabe este capítulo!- me grita cuando se lo arrebato, tras pelearme con él unos segundos.
- ¡A estudiar! Sabes que mamá llega cansada del trabajo, y no tiene ganas de chillar, así que coge los libros y ponte a estudiar .- de mal humor asiente y se va a su cuarto.
Y también yo me voy a mi habitación ya que debo acabar un dibujo para clases. Con música, voy soltando mi creatividad, aunque lo tengo que rehacer varias veces, el tiempo pasa volando. Hasta que escucho la llamada de mi amgia Briana:
-.¿Aisha, quieres ir al centro mañana por la noche, ya que es sabado?
-No sé... Debería acabar los deberes... Además sabes que no me gusta salir de fiesta...
- Pero esta te gustará, es de disfraces... También es música ochentera, noventera... Y si quieres irte pronto te acompañaré a casa. - pongo los ojos en blanco aunque no me vea.
- Esta bien... Asumiendo que te has enterado, ¿también vendrá más gente del instituto?- se ríe.
- Que bien me conoces, sí. ¡Así que reserva el día para mí que vamos a comprar los disfraces!- dice emocionada.
-Vale, crea un grupo, a ver si Adriel, Sofia y Marta vienen.- le digo
-Eso ya está hecho y más que confirmadisimo que virnen, deberías estar más atenta a WhatsApp. - Ahora la que se ríe soy yo.
- Okay, okay, pues hasta mañana.
-Adios, paso a por ti a las nueve, ¡estate lista!- me grita desde el otro lado de la línea.
- Pero si la que llega tarde eres tú. - me río de ella.
-Ui, me tengo que ir. - se ríe también, ya que sabe que es verdad.
-Adiós- y así finaliza la llamada.
Me espera un estresado día mañana, al cabo de unos minutos mi padre nos llama para que prepararemos la mesa y cenar.
Una vez en la mesa, le digo que mañana he quedado para ir con Briana a la fiesta. Como no salgo mucho, me da permiso, agregando que mi madre se alegrará mañana cuando llegué, como estaba de guardia llega normalmente sobre medianoche.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2019 ⏰

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