IV

626 95 11
                                    

Desde la repentina aparición de Kaname ha pasado una semana, una semana en la que Kazuma y (1) no se han vuelto a ver.

La chica sentía un pequeño vacío, pero ese sentimiento era descartado al escuchar la voz de Kaname cada vez que le hablaba.

—¿(1)? ¿Vamos al centro comercial? Quiero comprar ropa.

La sonrisa de Kaname era radiante, tanto que terminó por contagiarla a (1).

Se prepararon, él quería comprar ropa nueva ya que la tenía consigo no era del todo nueva, además de que él siempre fue bien presentable y odiaba estar en "mal estado" o así lo decía él, pero (1) siempre lo vio bien, aunque él diga lo contrario.

Tomados de la mano para que ninguno perdiera al otro recorrían distintas tiendas de ropa masculina; cada uno buscaba algo, mientras que ella buscaba algo que le gustase a Kaname cuando sus ojos se posaron en unos pantalones vaqueros.

—Ah, esto le quedaría bien a Kazu....¿Quien?

Ese sentimiento de vacío volvió, ¿Kazu? quien es, porque no recuerda su rostro, ni su voz.

—¿(1)? ¿Encontraste algo?

La chica volteó, la mirada de ella con la de Kaname se encontraron, al verlo a los ojos sintió soledad y frío.

—Ah, yo..

—Ah, un vaquero, que bien, tienes buen ojo.

La chica sonrió, no pensaba en él, sino en alguien más pero no lograba recordar nada, así que lo ignoró.

(...)

Ambos ya de vuelta en el departamento de la chica, ella puso a hervir agua para hacer un té, mientras que Kaname acomodaba la pequeña mesa.

La chica suspiró mientras preparaba los saquitos de té.

—¿Ocurre algo?—preguntó preocupado.

—No, no es nada.

Él sin responder se acercó a la chica tomándola por la cintura, sorprendiéndola. Él acercó su labios a su oreja.

—Todo el día estuviste distraída. ¿Qué te ocurre (1)?

La chica le ponía nerviosa ese tono de voz que usaba, no estaba acostumbrada a ello, y mucho menos a esa cercanía de su amigo.

—¿Ka-Kaname?

—Oye (1)-chan, ¿sabes? Hay algo en ti que me molesta un poco.

—¿Qué cosa Kaname?—preguntó ella un poco asustada.

El chico la tomó de los hombro volteándola. Su mirada no era agradable.

—Ese chico...Kazuma ¿no? ¿Quién es? ¿Tu novio? ¿Amigo?

—¿Kazuma?—a la chica le comenzaba a doler la cabeza.

El chio sumergido en los celos siendo manipulado por un ayakashi apretaba el brazo izquierdo de la muchacha causándole daño.

—K-Kaname, detente, me estás lastimando.

—¡Responde mi pregunta!

Y antes de que ella dijera algo un chico de cabellos azules apareció por la ventana con unas katanas en sus manos, recitando unas oraciones para luego cortar aquel espíritu maligno.

El chico cayó inconsciente al suelo, aquella chica se agarraba el brazo herido, miró al chico que sonrió y salió por donde vino.

La chica agarró su celular, estaba siendo invadida por los recuerdos, recordando a Kazuma y sintiendo una terrible culpa por casi olvidarlo.

(...)

Aquel chico asistió rápidamenteal llamado de (1). Corría por aquel pavimento que para llegar a la casa de aquella chica.

—¡Kazuma!

La chica saltó a sus brazos y comenzó a llorar y pidiendo repetidas veces disculpas por casi olvidarlo.

El tesoro sagrado correspondió el gesto y tranquilizó a la chica que después de un rato se quedó dormida, acostó a (1) sobre su cama y comenzó a borrar esos recuerdos de la mente de ambos, prometiéndose a si mismo que se quedaría al lado de la chica para protegerla.

Todo por ti.  [Noragami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora