Puerto chico, infierno grande

Primer día de clases

Era el primer día de clases. Estaba un poco nerviosa. Acababa de mudarme del DF. De vivir en una ciudad muy grande a un puerto que me parecía muy aburrido. "Puerto Vallarta" mejor conocido como el lugar de la perdición después de Las Vegas, claro.

Entré con nervios a mi primer clase, francés. No sabía nada acerca de ese idioma sólo que me parecía sexy. Me senté en la parte de atrás esperando no causar demasiado escándalo por ser la niña nueva. Pero no fue así.

-Bonjour -dijo la maestra

Yo miraba atentamente a todos los estudiantes. Cada quien tenía su grupito de amigos y no notaban mi presencia.

-Oh! Al parecer tenemos alumna nueva. Como te llamas querida? - dijo la maestra

Con un torpe intento de no verme estúpida el primer día y que de aquí a que terminara el semestre me vieran como bicho raro...

-Em.. yo? -dije estúpidamente

Todos rieron.

-Pues sí, tu -prosiguió la maestra

-Sofía -dije ahora un poco más segura de mi misma

Sentía miradas de todas partes del salón y a la vez murmuros, seguro no eran cosas lindas.

-Que te trae a Vallarta? -pregunto con ansias

Les conté que mis padres habían decidido venir aquí por su empleo. Mi madre tenía el restaurante más conocido en el Puerto. Mi padre tenía una firma muy importante de abogados en el DF, pero pensó que podría vivir en el puerto al igual que trabajar en el DF, llendo por lo menos una vez al mes. Repetí la historia en cada clase que entraba y me parece que todos estaban un poco hartos de esta. 

Llego la hora del almuerzo. En realidad no estaba muy emocionada por la idea de comer sola, ya que era nueva y el ambiente en ciudad era muy diferente, incluso escuche decir a una chicas que era una mamona de mierda, así me llamaron, y yo sólo reí en su cara de la pendejada que habían dicho.
Me senté en una mesa y comencé a leer mensajes en mi celular de amigas del DF diciéndome lo mucho que me extrañaban.
Sentí como alguien se acercaba y me miraba fijamente, levanté la mirada y me encontré con una chava muy guapa, era alta, delgada, tenía el cabello largo obscuro, unos ojos medios rasgados pero muy bonitos. Venía acompañada por dos chicas detrás de ella, las dos parecían iguales, cabello castaño y ondulado, cara de pendejas siguiendo a su "ama" por así decirlo. Se acercó la chava furiosa.

-Quítate, estás en mi lugar -dijo con un todo molesto

-No vi que tuviera tu nombre -conteste sin miedo

-Si no te quitas tendremos problemas -dijo ella tratando de marcar su territorio, supongo

-Me parece estúpido, pero como gustes. No me voy a mover de aquí -dije molesta

-Tienes pantalones niña.. Como te llamas? -dijo emocionada

-Sofía -dije cortante

-Pues mucho gusto Sofía, yo me llamo Samantha y me parece que seremos muy buenas amigas -dio a la vez que se sentaba a mi lado y ordenada a las chicas que la acompañaban un par de jugos

Charlamos un poco sobre como había llegado aquí, y sobre los chicos diferentes que habían cada fin de semana por ser un puerto, etc.. Parecía una persona agradable detras de toda esa forma de actuar. Tendría que conocerla mejor. Después de todo era la única persona que me había hablado hasta ahora.