Antes de la Locura

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-Estoy casi segura de que no falta mucho.- Dije frente al espejo intentando asimilar la situación.  Esta claro que cada vez falta menos para volverme loca, me temo que no se si las personas que antes de perder la cabeza se dan cuenta de cuanto tiempo tardan en llegar a ese punto. Supongo que eso me convierte en doblemente loca, he contado los días,  incluso las horas desde que me di cuenta que algo andaba mal, que algo iba a cambiar en mi. Fue tan sencillo como todo comenzó.

Un día normal, como casi todos los del año, mientras abordaba  un tren con destino al centro de la ciudad, un chico se acercó a mi, miro fijamente mis ojos y se sento a mi lado, esta bien asta ahí las cosas iban bien, luego comenzó a hacerme platica, era un joven muy apuesto pero un tanto escalofriante.

Después de notar su belleza física,  y cuando nuestra poco duradera charla término,  tome mis auriculares para poder escuchar un poco de música durante el trayecto,  sin duda eso era lo que más amaba de viajar en tren,  ya que desde pequeña solía imaginar distintas cosas cuando viajaba, casi siempre imaginaba que el vehículo en el que iba me llevaría al mundo de las maravillas,  siempre eh sido muy creativa

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