Capítulo 2. La llegada al hospital

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-¡Sube a el chico! ¡Aún tiene pulso!- Gritó un médico mientras abría las puertas de la ambulancia.
No tardaron ni 30 segundos en montar a el chico dentro de la ambulancia.

La policía se quedó mirando los datos del vehículo e identificando a el dueño del coche.
El agente tomó su teléfono y marcó un número.
-Hola buenas ha habido un siniestro a la salida del tunel Aneto.
Ha habido 3 fallecidos en el accidente, entre ellos un bebé de unos 7 meses de edad. La matricula del automóvil es 6393JUM.- Dijo el policía mientras sacaba una hoja para anotar.
¿-Marcos Fernández Pérez-?
-Entendido muchas gracias. Nos pondremos en contacto con sus familiares para darles la noticia.-

Mientras tanto, los técnicos sanitarios estaban tratando con el superviviente, Pedro, que tenía una pequeña hemorragia en la cabeza causada por el golpe.
¡-Ya estamos llegando-! gritó el conductor.

Al llegar al hospital lo llevaron a la 2a planta.
¡-Llevadlo a la sala 2-! Gritó el coordinador de la sala.
Allí empezaron a coserle la hemorragia de la cabeza y le colocaron una bálbula de oxígeno en la boca para que pudiese respirar.

5 horas más tarde llegaron al hospital Yoel, el hermano de Marcos con Ángela, su mujer que habían cogido el primer vuelo que pudieron.

-¿COMO ESTÁ MI HERMANO?- preguntó Yoel nervioso y con unas lágrimas en la cara.

El médico no sabía cómo responderle, así que permanrció callado con la mirada caída.
Tras unos segundos, el médico dijo: -Están operando a Pedro, tiene una pequeña hemorragia pero ese no es el principal problema-. -Creemos que ha entrado en coma tras el golpe tan brusco que ha recibido y no sabemos si podrá sobrevivir-.
Yoel estaba totalmente destrozado, su rostro no podía describirse de ninguna manera.

Yoel y Ángela pasaron a la sala de espera y se sentaron en los asientos más cercanos a la sala donde operaban a Pedro. 

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