Why me?
-Yo, no... Ha sido el polvo- Dije temblando por la fulminante mirada de Carl. Zayn asintió y siguieron hablando.
La tarde se pasó rápida, ellos hablando y yo por mi parte en el cuarto acostada. Carl entró al cuarto cambiándose.
-¿Vas a salir?- pregunté temerosa.
-Si- Contestó serio. Siguió arreglándose y luego bajó las escaleras, fui tras él, quería saber a donde iba.
-Adiós Ro, prometo traer a tu esposo sano y salvo pero no sobrio- Rió, pero se calló al ver que no me había dado gracia, Carl mas alcohol no era una buena combinación aunque ayer lo había sido. Zayn besó su mejilla y sin mas salieron de la casa, cerrando la puerta a sus espaldas. Me quedé mirando la puerta por un rato pero luego subí al cuarto, al apoyar la cabeza en la almohada caí en en profundo sueño.
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Me levante de un saltó al sentir como halaban de mi cubre cama, Carl me agarro del brazo fuertemente lanzándome contra la fuerte y fría pared de concreto, tenía su mandíbula tensa y apretaba sus dientes con rabia, el olor a alcohol penetró mis fosas nasales -Otra vez no- Pensé.
Levantó su mano y impactó su mano contra mi mejilla, haló de mi cabello haciendo que subiera la vista que anteriormente se encontraba fija en el piso, mi cuerpo temblaba del miedo, volvió a golpear mi mejilla, en un descuido gateé rápido para tratar de escapar de el pero lo que conseguí fue una patada en mis costillas, me acurruqué en la esquina poniendo mi cabeza sobre mis brazos cubriéndome.
-Eres una puta- gritó halando mi cabello -No sirves para nada- dijo con la mandíbula aun mas tensas. Lágrimas resbalaban por mis mejillas, muchas resbalaban por mis labios haciéndome sentir el sabor salado ligándose con el sabor metálico, que suponía era sangre. -No sé ni porqué me casé contigo-. Halando mi brazo me llevo hasta la cama donde se posó encima mío haciendo presión en mi feminidad causando un dolor.
-Carl para- susurré. El siguió acariciando mi cuerpo dejando una capa de dolor por donde su mano pasaba. -Para- Dije esta vez mas fuerte. El se levantó de la cama rápido dándome una mirada de odio, saliendo de la habitación.
Me escondí dentro del cubrecama llorando, tenía espasmos en todo el cuerpo, de pronto me sentía como esas personas que sufren de asma que las respiración les empieza a faltar pero esta vez esa falta de aire era causado por un fuerte dolor, en el corazón..
Me quedé sollozando toda la madrugada hasta que los pájaros empezaron a cantar anunciando la mañana, Carl ni se había asomado por aquí en el cuarto. Entré el baño preparando el agua caliente para la ducha, mientras esta terminaba de calentarse me miré en el espejo que llegaba de techo a piso, vi unos grandes hematomas en la zona de las costillas, una ligera marca en el antebrazo por la presión que Carl había hecho ahí al halarme. Tenía unos hematomas que estaban tomando ya un color morado oscuro en la cara, el maquillaje lo cubriría pero no del todo.
Metí mi cuerpo en la regadera sintiendo como todos mis músculos se relajaba, sintiendo paz, cerré los ojos imaginándome una vida distinta entonces me descubrí a mi misma llorando.
El baño era mi único lugar de relajación y donde podía desahogarme.
Apreté mis uñas en mi brazo izquierdo liberando todo el dolor hasta que pequeños puntitos de sangre empezaron a asomarse...
