Ares se encontraba en este momento junto con sus hijos en su cabaña esperando a que las moiras volvieran, para poder ver lo que le paso a Clarisse. Las moiras al volver les dieron un CD en el que se mostraría lo que sucedió, para eso también trajeron un televisor para verlo. Por lo tanto se sentaron en las camas y esperaron a que el vídeo comenzara.
En un pequeño apartamento en el centro de Nueva York, una bella chica de escultural figura mecía un pequeño bulto en sus brazos cubierto por una manta roja, estaba ubicada en un pequeño cuarto mientras la luz de la luna entraba por el balcón, se encontraba sentada en una mecedora mientras cantaba en voz baja una bella melodía, esta hermosa joven se encontraba vestida con un sencillo camisón para dormir blanco mientras sus pies se encontraban descalzos. Ella era Clarisse Marie La Rue;la hija de Ares, la hija de la guerra, asesina del Drackon, portadora de la bendición de Ares y su hija predilecta.
La habitación en la que se encontraba era pequeña pero igualmente hermosa debido a sus esfuerzos, esta habitación es para su pequeña hija de tan solo una semana de edad, su pequeña Silena Marie La Rue, su pequeña guerrera era la cosa mas hermosa que había visto, con su pequeña figura, sus tiernos ojos avellana llenos de curiosidad y fuerza, su cara redonda con unas grandes mejillas, su piel blanca y su cabello castaño, su bebe era una replica de ella, algo que le encantaba, sin embargo se podía distinguir en su carácter un ligero tono de picardía, ya decía ella que no debía tener todo de ella sino algo de su padre.
Chris...el padre de su hija, cada vez que pensaba en el le dolía el corazón, ella se alejo de el por miedo, no sabia como iba a reaccionar, además el que eran muy jóvenes para ser padres y se encontraban en la universidad y Chris estaba estudiando para ser abogado, algo que quiso desde niño y no quiere arruinar su sueño con el cuidado de un hijo, algo que requiere la mayoría de su atención y cuidados, no, ella quiere que sea feliz a pesar de que muera por dentro y su corazón se haga añicos, el único consuelo que tiene es su pequeña hija.
Se levanto lentamente de la mecedora abrazando a su hija, mientras lagrimas caían por su rostro empezó a cantar una triste melodía.
Safe and sound (Taylor Swift)
Recuerdo, las lagrimas corrían por tu cara
Cuando dije: "nunca te dejaré ir"
Cuando todas esas sombras
casi matan la luz...
Aquella triste canción sirvió para que su pequeña hija pudiera dormir pero aun cuando logro calmar a su pequeña las lagrimas siguieron cayendo por su rostro, ella lo extrañaba tanto...
Se repetía el que esto era lo mejor, el haberse separado para que pudiera seguir su sueño sin distracciones, quería verlo feliz y aquel siempre había sido su sueño, le atormentaba el ver las sonrisas que adornaban su rostro cuando le decía el que terminaría el estudiar abogacía y le contaba que ese siempre había sido su sueño, jamás se perdonaría que por su culpa no pudo lograrlo.
"¡Malditas hormonas!" maldecía mentalmente, desde el nacimiento de Silena constantemente se encontraba llorando o al borde la tristeza, supone que es el síntoma post embarazo lo cual la mantiene tan sensible.
Pronto se dirigió a su habitación donde se acostó mientras acomodaba a su pequeña hija sobre su pecho para que ambas pudieran tener un sueño tranquilo. Y poco a poco comenzó a dormirse.
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Quien cruzara la puerta de la cabaña 5 probablemente vería la tercera guerra mundial, pues eso realmente parecía una guerra y súmenle al mismísimo Ares, quién con sus hijos se encontraba sumamente enojado y no les gusto para nada la razón debido a la que se fue su hija/hermana, encontrándose ella en peligro constante fuera de la protección del campamento. El responsable de esto es Chris Rodríguez, novio de su hija y un hijo de Hermes quién en este momento se encontraba en una misión para encontrar a unos nuevos semidioses, por lo que era imposible en este momento contactarlo por el provocar una posible distracción en su misión que llegara a poner a el o a los nuevos semidioses en peligro. Simplemente les quedaba esperar.
