01

151 5 0
                                    

Estoy casada hace 21 años, pero en todo este tiempo dia tras dia me daba cuenta que esa persona con la cual me case no es el amor de mi vida, no es la persona que amo realmente. El es el padre de mis dos hijo, uno se llama Julián es el mas grande, tiene 20 años, es la luz de mis ojos, quede embarazada de el cuando era muy chica, mis padres me dieron las espalda y con gonza tuvimos que hacernos cargo de nuestro hijo, trabajabamos dia y oche para que no le falte nada, para que tenga todo.

Mi otra hija se llama Luz, es la menor, tiene 12 años, aun esta en la escuela, ella es muy pegada a su padre, siempre juntos, son como amigos inseparables. Cuando Luz llego a nuestras vidas nosotros ya vivíamos en la casa donde vivimos ahora, la cual nos costo mucho tenerla, pero con esfuerzo lo pudimos conseguir.

Al quedar embazada a los 18 años no pude seguir estudiando cuando termine la secundaria, mi sueño siempre fue poder estudiar medicina, pero al ser madre todo es mas complicado, mi tiempo se dedicaba a trabajar y a criar a mi primer hijo, cuando Julián ya era un poco mas grande llego Luz y nunca me pude inscribir en la universidad para estudiar.

Yo tuve la mejor adolescencia, y mi novio de aquel momento era el amor de mi vida, hacíamos todo juntos, nos amábamos profundamente, yo sentía que nunca iba  a amar a una persona como a el, era todo lo que estaba bien , era el quien me sacaba una sonría en los momentos  complicados. El estaba en mi grupo de amigos y sin darnos cuenta termino estando en mi vida. Miles de proyecto juntos, miles de idas para un futuro, ese futuro que los dos queríamos, tener nuestra casa, hijos, mascotas, estar juntos hasta tener a nuestros nietos, pero la vida nos juga una mala pasada, la vida nos separo, la vida tenia otro destino para cada uno, la vida lo quiso así.

Dejamos de vernos, la relación no era la misma, muchas peleas todos los días, peleas por pavadas, peleas que nunca pensamos que íbamos a tener, las risas se fueron y aparecieron las lágrimas, los días felices se fueron y apareció la tormenta, desaparecieron las salidas, el grupo de amigos se separo, mi mejor amiga y yo por un lado, el y su mejor amigo por otro. Sus mensajes ya no llegaban a mi celular y ni los míos al de el.

La vida tambien quiso que me separe de mi mejor amiga, ella se fue a vivir al extranjero, yo me quede aca en argentina, sin ella no era nada, pero salí adelante, conoci personas nuevas, empeze a salir para despejar mi cabeza. En una de esas salidas lo conoci a el, a Gonzalo, mi esposo, me emanore de el con el tiempo, o por lo menos eso pensaba, cuando nos quisimos dar cuenta, estabamos de novios y despues ya estabamos esperando un hijo, todo fue tan rapido. Cuando julian cumplio un año nos casamos, y cuando pudimos, cuando tenuamos la plata suficiente, nos mudamos a nuestra actual casa.

El destino puso a esa casa en mi camino, esa casa fue regalada por un amigo de Gonza, el cual yo no lo conocia ya que era un famoso jugador de básquet y siempre estaba de viaje y gonza nunca nos pudo presentar. El al enterarse de nuestro casamiento viajo a la argentina y como regalo nos regalo esa casa, la cual estaba pegada a la casa de el. Al pisar por primera vez aquel piso, el cual seria donde iba a vivir, deje los bolsos y respira, respire ondo, profundo, tenia mi propia casa, ya no dependia de nada ni de nadie, ya era independiente, ahora tenia una familia, como siempre lo habia soñado, pero no con la persona que deseaba.

El timbre en aquel momento me saco de mis pensamientos, me volvio a la realiadad, lo vi a Gonza bajar con julian de la mano por la escalera y dirijirse hasta la puerta, la cual estaba atras mio, el la abrio y dijo "hermano" yo no me di vuelta, seguia mirando cada rincon de aquella casa, pero algo me hizo girar, fue una voz, esa voz, su voz, gire y no lo podia creer, esta alli, ahi.

quiero vivir a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora