cap.3

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narra yamaguchi

Tanto tiempo sin verlos- dije mirando al par de idiotas que tenía adelante y ayudé al pequeño a levantarse.

¡TU!... ¿quién eres? -dijo mirándome confundido.

Hinata idiota, es obvio que él es... es...- dijo el pelinegro.

No sé si debería sentirme sentido ofendido o reírme-dije con una sonrisa-tampoco es que haya cambiado tanto- refunfuñe- soy tadashi, espero que me recuerden.

El dúo se miró entre sí, pensando y cuando Hinata pareció darse cuenta le murmuro algo al oído a Kageyama, el cual volteo a verme sorprendido.

¡¿Yamaguchi?!- pregunto el armador.

El mismo- les sonreí- sí que son len-no pude terminar de hablar, ya que se tiraron a abrazarme.

Te extrañamos tanto- dijo Hinata al borde de las lágrimas.

Hiciste falta- murmuro Kageyama triste.

Tranquilos- correspondí el abrazo- era necesario que me fuera, yo también los extrañé.

¡Oh, es cierto! -Hinata se separó rápidamente- hay que avisarle a mami Suga!

Agarro su celular y se apartó un poco marcando los números emocionado, mire a Kageyama y este me miraba fijamente, parecía querer hablar, pero al final termino abrazándome de nuevo.

Sonreí enternecido y rodee su cuerpo con mis brazos y pase suavemente mis dedos entre sus cabellos. Kageyama apretó más el abrazo y poco a poco me fue soltando.

Lo siento- murmuro un poco colorado. Yo solo le sonreí y vi como Hinata nos miraba, sin querer interrumpir, después de todo Kageyama era uno de mis mejores amigos, y con el que mejor me entendía, éramos muy cercanos.

Hinata iba a hablar, pero antes de que abriera su boca mi estómago sonó, recordándome a lo que iba, nos miramos entre los tres y nos largamos a reír.

Vamos, quedamos con los demás en un restaurante por aquí cerca- exclamo el más pequeño.

Qué alivio, me moría de hambre- dije exageradamente. Hinata cogió la mano de Kageyama y empezamos a caminar hablando de vóley.

Hinata había crecido considerablemente, unos 15 cm tal vez y se veía que había seguido con el vóley, y Kageyama, él lucia más fresco, más relajado, de hecho, tenía una pequeña sonrisa en su rostro, y al igual que Hinata había seguido con el vóley. Después de todo era de esperarse y según tenía entendido Kageyama estaba en el equipo nacional.

Llegamos al restaurante y al llegar vi a Sugawara y a Daichi en una mesa al fondo, nos acercamos a ellos y estos al vernos de inmediato se pusieron de pie y me abrazaron.

Resulta que Daichi es entrenador de vóley y Suga profesor en la misma escuela y estaban comprometidos. Nishinoya logro madurar un poquito y había abierto una cafetería en donde también trabaja Tanaka. Ennoshita es director de un jardín de niños, en el cual trabajaban Asahi y también Kiyoko. Narita y Kinoshita se habían ido del país por trabajo y ahora vivían en España. Tsukishima al parecer trabajaba en una empresa. Y Hinata y Kageyama estaban en el equipo nacional.

Y cuando ya estábamos todos juntos -menos Kiyoko y Yachi por trabajo- y comiendo llego la maldita pregunta que tanto quería evitar ¿cómo te fue?

b-bueno, al principio fue un poco duro- me había puesto nervioso y me había dado calor así que me saque la chaqueta.

Explícate cariño- hablo Suga- recuerda que puedes confiar en nosotros- me sonrió y Kageyama paso su mano por mi espalda dándome apoyo, ahora fue mi turno de sonreír.

Estando rodeado por mis amigos que me miraban con cariño y preocupación, supe que ya no podía seguir ocultándoles y evadiendo lo que había pasado. Suspire y me prepare para hablar.

-Cuando... cuando me fui estaba un poco deprimido por lo de tsukishima, y... y en el nuevo colegio me hacían Bullying, me golpeaban e insultaban siempre, yo ya no podía más, y justo cuando perdía la esperanza llego una persona a salvarme. Él era de otra escuela, pero siempre que podía me defendía, pero un día el no vino a buscarme y los matones aprovecharon eso. Después de arrastrarme hasta un callejón y golpearme, ellos... ellos...

Hice una pausa al recordar eso, los demás me miraban atentos esperando que continuara. La mano de Kageyama no se había movido de mi espalda y ahora la de Hinata le acompañaba.

-Ellos empezaron a tocarme- proseguí con dolor- estuvieron a punto de violarme, pero de nuevo apareció él a salvarme y mientras peleaba con los demás yo me escapé, corrí directo a mi casa y me encerré en el baño. Podía sentir los gritos de mi hermana y de Alex, y poco después se les sumaron los de mi amigo, me suplicaban que no hiciera nada, que me calmara, pero... pero yo ya no podía más. Intenté suicidarme- les mostré mi brazo izquierdo, el cual tenía una cicatriz desde la muñeca hasta la mitad del brazo. Sentí como el cuerpo de Kageyama se tensaba y su mano se volvía un puño- después de eso recuerdo que la puerta se abrió y ellos entraron corriendo, luego todo fue oscuridad y unos cuantos días después desperté en el hospital.

El ambiente se volvió pesado y pude ver como todos estaban tensos y miraban mi brazo, pero antes de que alguien dijera algo, seguí hablando.

-Luego de eso estuve en el hospital por un mes, recibiendo tratamientos, estando bajo observación y descansando. Tuve que tomar terapia por cinco meses, me cambiaron al colegio donde estaba mi amigo y de ahí todo empezó a mejorar- les di una sonrisa tratando de calmarlos- empecé a practicar boxeo e hice más amigos, me esforcé por ser el mejor de mi clase y me volví popular. Descubrí que lo que me apasionaba era la fotografía y después ingresé a la mejor universidad del país a estudiar esa carrera. En ningún momento mi amigo se había apartado de mi lado y nos graduamos, poco a poco nos íbamos haciendo más conocidos y ahora estoy aquí, siendo uno de los mejores fotógrafos y publicistas a nivel mundial

Termine mi relato y mire a los demás, varios tenían lagrimas casi corriendo por su cara y los demás se contenían. Kageyama fue el primer en pararse y abrazarme, luego lo siguieron los demás. Cuando ya todos se calmaron y estuvieron sentados comenzaron las preguntas.

¿Cómo se llama tu amigo? -pregunto Nishinoya.

Su nombre es Cristian- respondí con una sonrisa- es una de las mejores personas que existen, les agradara mucho cuando lo conozcan

Solo por ayudarte y cuidarte ya nos agrada- dijo Suga con una sonrisa-... ¿! conocerlo!?

solté una pequeña risa, parece que recién se dio cuenta de lo que había dicho- así es, vendrá aquí en dos días, tenía trabajo así que no se pudo venir conmigo- terminé de decir con un puchero

Terminamos de comer entre bromas y risas, un ambiente cómodo y familiar, esto era lo que más extrañaba de Japón, mis amigos. Salimos del restaurante y fuimos a dar una vuelta por ahí, como en los viejos tiempos.
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Hey, hola hermosa gentecilla. Espero que les haya gustado el capitulo y perdon por la demora.

Matta ne

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⏰ Última actualización: Jul 16, 2017 ⏰

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