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Querido diario...

Nah, escribiendo así parezco de esas niñas cursis que escriben en sus diarios color rosa y stickers. Y yo no soy así. Bueno, tampoco soy fría como el hielo... pero creo que se entiende.

Para empezar yo no compré este diario, fue un regalo de cumpleaños de mi abuela antes de que muriera. Si, tengo tan mala suerte (una de mis mejores cualidades, noten el sarcasmo) que mi abuela murió cuatro días después de mi cumpleaños. Mi mamá dijo que no lo viera como un diario, si no, como una libreta en donde pudiera expresar mis sentimientos mediante mis palabras.

¡Eso es un diario, mamá!

Pero bueno. Lo guardé porque me lo dio mi abuela.

Hoy comenzó la mudanza, y andamos de acá para allá. Nuestra nueva casa no está lejos... está lejísimos de nuestra antigua casa. Mi mamá anda como histérica gritándoles a los pobres señores que nos ayudan con la mudanza de que no rompan nada, cuando ellos cargan las cosas con mucho cuidado, mi hermano esta como siempre en su celular hablando con quien sabe quien, talvez con su  nueva novia, Samantha...

Ahora estoy salvada de ayudar a cargar cosas porque tengo un dolor de espalda horrible. Por qué? Por que ayer le estuve ayudando a mi mamá a mover las cosas de la casa al camión, al principio eran cosas livianas, hasta que me dijo ''tú estas joven y tienes más fuerza, ayúdame con las cosas un poco más pesadas.'' Y yo como la hija obediente que soy, hice lo que dijo. Mala idea.

Mi hermano viene a molestar, escribiré luego.




¡Holaaa! Sé que estuvo un poco corto este capítulo, aún para estar en historia corta :v. Subiré el próximo capítulo más al rato.

Espero que les guste este diario.

No se olviden de comentar (por favor, no comentarios ofensivos) y votar. Bye?





La Chica del Bolígrafo TurquesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora