Soledad

Me querías. Yo no. La verdad. Me mantenía encerrado en la idea de quererte por ser mi única opción. Lamento afligirte con mis respuestas.
No te quiero y ese es el fin de mi argumento.
Y tú tampoco me quieres por que no me conoces.

Te alejaste y lo agradecí.
Me respetaste. Lo entendí.
Pero nadie más me quiso.
Después de tí

Me he quedado solo con el tiempo.
El tiempo se hizo mi amante.
Se sube en mi y me llena de condiciones.
Me hace el amor, me tira por el barranco.
Me llena de gozo. Luego me abandona.
Le suplico llorando. Quédate.
A un susurro saturado, de verdades y naufragios.
Su olor se queda impregnado en mi almohada.
Me pregunto cuando se acaba.

El tiempo se va y el miedo llega.
Me acuesta en el sillón y se apodera de mis penas.
Suavemente las aleja con un poco de ambición.
Sin los mantos de alegría.
Sin sus toques de pasión.

Y el miedo me toca matarlo.
Por que me ha hecho mal.
Me ha creado un estado psicótico mental.
Y pienso que mi nuevo amante lleva el nombre de amor.
Cuando la verdad es que, bien se que él no es.

Mi nuevo amante es la soledad.
Que todos los días aparece.
Afuera de mi puerta.
Tocando sin parar.
Me consume cuando entra.
Me sacude el atardecer.
Siempre llega temprano.
Y nunca se va.
Siempre se queda a mi lado.
Jamás se separará.

Oh, soledad que tanto me sigues.
Me haces mucho mal.
Mis tres cigarrillos aumentando van.
Y las lágrimas se triplican aún cuando tú te vas.
Sustituyen la alegría, que hacía manifestar.
Cortan mis latidos.
Apagan mis coerencias que digo sin pensar.
Te robas mi arte, ahora todo es sobre ti.
Te convertiste en mi musa.
Me derrito por tí.

Mi amante es tóxico.
Me hace callar cuando quiero gritar.
Las estrellas se sacuden.
Intentan abogar.
Sospechas indeseables.
Que te hacen odiar.
Eres lo mejor que me ha pasado.
No puedo dejar de crear.
Por tu culpa he creado, el dolor para la humanidad.
Sienten lástima por mí.
Comen celos en desgracia.
Huyen hacia tí.
Se refugian en tus privilegios.

Eres lo más odioso que tengo.
Y te amo sin importar.
Me haces ver lo que hay por dentro.
Donde nadie más buscará.
Me proteges y me haces débil.
Me insitas a la muerte.
Me hacer querer más.

Tantas cosas me haces.
Mi querida soledad.