extrañándote

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Por la noche las dulces voces rozan las paredes
Y el reloj no deja de marcar el tiempo
Las manecillas crean una melodía tenue a la luz
La oscuridad de la habitación invade nuestros cuerpos y me acerco a besarte
Nuestra piel reacciona a las caricias
Nuestros sentidos reaccionan aprisa y el reloj se apaga y la luz de la luna entra por la ventana
Yo me encuentro presente
Tú no estás en mi cama
Y dejo de respirar acariciando el borde que ha dejado tu cuerpo
Suelto un suspiro que al silencio ha quebrado
Se emite tu aroma, extraño tus labios
Añoro tus besos
Suavemente murmuro un simple te quiero
Y las paredes responden con solo un eco

—D.

SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora