Londres Londres Londres

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Narra Gatita:

Llegamos a Londres, ¡qué ilusión me hacía poder estar aquí por fin!

Al llegar a la casa, que por fuera era preciosa, Minnie y Prin fueron corriendo a elegir habitación en el piso de arriba. Genial, me tendría que quedar abajo todo el curso... Empecé a rrecorrer el piso de abajo, y al abrir la primera puerta me quedé con la boca abierta. Las paredes eran rosa chicle y los muebles blancos. Tenía una gran cama matrimonial en el centro, un amplio escritorio y una enorme ventana con cortinas rosa fucsia que daba a la parte de atrás de la casa. Era mi habitación perfecta.

Después Prin me llamó porque íbamos a saludar a nuestros nuevos vecinos.

Timbramos y nos abrió la puerta un chico bastante más alto que yo, vestido con unos vaqueros negros ajustados, una camiseta blanca lisa y unos botines de pasear negros, tenía bastantes tatuajes en los brazos, el pelo marrón lleno de rulos agarrado hacia atrás con una cinta y unos ojos verde esmeralda que embobaban... Oí que se llamaba Harry y resulta que él también estuvo tiempo mirándome... Solo que él estuvo hablando con las chicas... Debí de haberme quedado un largo rato mirándole, porque noté que Minnie me llamaba:

Minnie: ¡Vámonos a casa Gatita!

Harry: ¿Así que Gatita?

Yo: No me llames así, no te conozco.

Harry: Vale, Gatita.

Me estaba enfadando, así que le clave las uñas.

Harry: Creo que ya sé porque te llaman Gatita...

Le miré con desprecio y me fui con las demás.

Al llegar a casa fui a ducharme, y en la habitación me puse mi pijama (rosa) y me tiré en la gran cama mirando hacia el techo. Ese Harry estaba muy bueno, pero tenía un carácter... Me encantaba.

Los sueños se hacen realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora