2.Conociendo.
Terminamos de prepararnos y vamos hacia el mc donde estan Carlos y los chicos esperandonos aunque falta Gus que probablemente se ha ido con su novia, me molesta un poco, pero realmente le entiendo.
Los chicos vienen hacia nosotras, resulta que en este tiempo se han cambiado de disfraz, ahora Daniel va de friki, Jesus de ladron y como no, Carlos va de loco.
-Hombre Caperucita acelera un poco que llegamos tarde.-Me miraba con una de sus clasicas sonrisas que tanto me gustaban.
-Anda, tu para el manicomio que llevas mucho tiempo fuera.
Ya estabamos llegando a la discoteca mas conocida de la ciudad, el Stadium. Era bastante cara, pero con la cantidad de descuentos que rulaban por ahí realmente estrabas gratis.
Cuando llegamos nos empezamos a encontrar a un monton de gente conocida que pasaba por ahi. En un momento, me gire, y ahi estaban Paula con su novio Dani y Candela con Pablo. Rapidamente se unieron a nosotras y empezo la fiesta. Daniel y Jesus bebieron muchisimo, pero nada comparado con Paula y Dani a quienes rapidamente perdimos de vista cuando pusieron rumbo al Jardin. Canda, en cambio, estuvo con Pablo toda la noche como una buena pareja, llevaban saliendo 7 meses y todavia siguen en esa fase en la que todo lo de la pareja se ve perfecto. Por otro lado, yo con Carlos, estoy en un momento genial, siento como si hubiesen pasada ya años desde que nos conocemos, cuando realmente, es solo un mes.
Siguio la noche y seguimos de fiesta, no me acuerdo muy bien del motivo pero terminamos en una playa pequeña de mi ciudad donde Eva y Mery, que se habian pasado bebiendo, empezaron a correr y a tirarse encima de Daniel y Jesus. Carlos y yo les mirabamos sentados en la arena. Nos pasamos toda la noche riendo y bailando y ya a las cuatro de la madrugada se empezaba a notar el cansancio, pero en un momento se levanto.
-Vamos Noi,-Es verdad, no lo habia mencionado, me llamo Ainoa. Carlos me llama Noi desde que lo escribio mal en su movil.- Te quiero contar una cosa.
-Buf, me da miedo cuando te pones a filosofear a estas horas. ¿No me lo puedes decir aqui?
-No me seas vaga y levantate.
Se empezo a reir como hacía a veces, me encanta cuando se pone feliz de la nada y me lo intenta contagiar. Me ayudo a levantarme y se rio de mi porque tenia el disfraz lleno de arena y con olor a alcohol pero no me importo.
-¿Que es eso que me tenias que decir?Me esta dando intriga.
-Es verdad, te tenia que contar una cosa.-Estaba haciendome esperar porque sabia que me molestaba.- Ah si, ya me acuerdo. Ayer mi padre me dijo que en semana santa nos ibamos de viaje a Londres, justo nuestra semana especial si, pero tranquila, estuvieron hablando nuestros padres y...
-¡Dimelo ya!
-Te vienes una semana conmigo y mi familia a Londres, claro que nos dejaran estar a nuestro aire.
Yo creo que nunca habia estado tan feliz en mi vida pero no me dio tiempo a decir una palabra cuando Carlos siguió hablando.
-Noi, no te pongas tan feliz, tienes los examenes finales estas dos semanas y tus padres dijeron que si suspendias alguna te quedabas aqui.
-Era demasiado bonito.
Eso era toda una decepcion, tenia historia y matematicas pendiendo de un hilo, pero ahora si que tenia que aprobar.
-Ahora necesito hacer una cosa.-Dijo entre risas.
Derrepente me cogio y me tiro al agua con el, me moje entera pero me empezo a dar igual todo. Me cogio de la barbilla y me beso una y otra vez, asi estuvimos diez minutos hasta que llegaron los demas para sacarnos de ahí. Ahora tambien estaba Candela que me dio su chaqueta para que no pasase frio. Despues de hablar un rato todos, unos en mejores condiciones que otros, me di cuenta de que habia perdido el movil y los tacones. En otra ocasion me habria puesto a llorar y me habria ido a casa enfadada con Carlos, pero estaba tan feliz que no me importaba nada.
Eran ya las cinco de la madrugada asi que ya era hora de ir a casa, me despedi de todos y Carlos se ofrecio voluntario para acompañarme a casa, estuvimos mucho tiempo en silencio y le dije lo de los tacones y teniendo en cuenta la cara de culpabilidad que habia puesto preferi omitir lo del movil, de todas formas cogeria una de las BlackBerrys que habia en casa y le diria que se me habia muerto el HTC. Llegamos a mi casa, me beso, y se fue diciendome te quiero. Siempre lo hacia, era una cosa que me encanta, no era un novio empalagoso ni mucho menos, era mi mejor amigo pero mi novio a la vez.
Subi a casa me puse el pijama y me dormi.
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365
Ficțiune adolescențiAinoa una chica de Barcelona de tan solo 16 años y sus amigos, hacen todo tipo de locuras, incluso un tatuaje que dara una gran cantidad de problemas