infierno

76 9 3
                                    

04/11/2018

Cuando era solo un pequeño destello que ni siquiera era capaz de abrir sus ojos  y contemplar el dolor en los de los demas, en los de mi madre; tuvieron que dejarme en la casa de un demonio que se escondía en las penumbras de una máscara de una mujer pacifica y amable; aunque mi progenitora solo tratará de darme un buen hogar, el que ella no podía darme, sin saberlo, me dejó en la puerta de el sufrimiento, y ella estaba tan cegada por su dolor que no notó el claro mensaje de "bienvenida al infierno" que se aproximaba para mí.

Era casi un animal para esos ojos acusadores que me miraban con asco, manteniéndome cautiva en esa tierra de oscuridad, y con las puertas del cielo selladas, recibiendo el poco alimento que me brindaban a pesar de su envidiable posición económica.

Pensando, aguantando, y llorando. sólo me calma un poco, esas frases que recuerdo de mi madre. esas frases que me hacen soñar, ser libre, ese poema de los sueños cada noche decía:

Cálmate, muy pronto todos seremos liberados sólo duerme, sólo sueña. no es Nuestra culpa estar destinados a la maldad, que nos pose y nos controla, pero cálmate, que muy pronto, todos seremos liberados sólo duerme, sólo sueña. La oscuridad que se aferra a nosotros para no ser destruida por la luz, a veces, nos gana pero cálmate, muy pronto, todos seremos liberados, solo duerme solo sueña. solo duerme solo sueña conmigo.

No era capaz de seguir aguantando las llamas del infierno que quemaban mi piel, y la dañan con sus golpes llenos de las llamas de sus tinieblas.

Simplemente no podía hacerlo.

Y fue esa noche en la que sellé mi destino. Escapando de esa pricion de tortura y desgracias, en las que descansa mi dolor

Fue esa noche en la que decidí, seguir mi camino.

Esa noche un destello fue liberado de la oscuridad, un destello atrapado en un cuerpo débil de solo 14 años.
Llevaba lo necesario que pude encontrar, el dinero, dueño de la codicia de aquellos que poseen y quieren más, alimento y un arma de luz contra la oscuridad, una linterna siempre es necesaria para matar a los demonios oscuros y no perder mi luz ¿No?

En cuanto pude, salí de esa casa lo más rápido posible para no ser vista por ninguna de las personas que residía en ese lugar.

Estaba sola herida confundida y sobre todo muy hambrienta.
No podía comer porque lo poco que traía era necesario para el tiempo que estuviera fuera.
Sólo era un adolescente sin rumbo, sin direcciónes, sin hogar.
Solo yendo por un camino sin limite, esperando un milagro.

Diario de una callejera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora