Ese mayordomo, Siempre Alli (3/4)

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"Aunque nos demos cuenta muy tarde"

Por la araña de la reina y su mayordomo.

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A la mañana siguiente al despertarse aquel conde se dirigió Al baño, Hoy era él cumpleaños de su novio de cabellos rubios y estaba impaciente por irlo a ver.

Estaba ansioso, se encontraba buscando que regalarle a su amado, Buscaba y buscaba en aquella mansion que seria lo adecuado.

¡Sebastian! -Chillo él necesitaba la ayuda de su mayordomo.

Digame joven -Aparecion de la nada él mayordomo mirándole.

Necesitó ayuda, Hoy cumple Alois y no se que regalarle -Dijo él mirandolo.

Él demonio bufo mirándolo -Dele lo que sea, si viene de su parte claro que le gustara -Dijo él de mala gana esperando que ciel diga que si y no le de nada ya que Alois seguro lo botara.

Mm..Le regalare mi anillo..así sabrá cuanto lo amo -Sonrió Ciel dirigiendo su mirada a su anillo aquel que era tan importante para él.

Él demonio lo miro sin poder creerse que vaya a cometer semejante locura, aquel anillo era tan importante para ciel y regalarselo al bastardo de Alois eso seria su mayor error.

Esta seguro joven amo? -Lo miro- No creo que sea lo correcto, ese anillo tiene un gran valor -se cruzó de brazos.

No me importa..se lo dare -ya decidido se dio la vuelta y se fue a su habitación a buscar una cajita donde guardar aquel anillo.

Él demonio suspiro viéndolo marcharse de allí, ¿Enserio le daría ese anillo? Se preguntaba él.

(...)

Ya mas tarde él conde se encontraba arreglandose para irse donde Alois.

Ya listo tomo la bolsita donde se encontraba la caja y dentro de esta el anillo, la miro por unos segundos y sonrió, Camino hasta la puerta de salida y se marchó a la mansión Trancy.

Ya en la mansión.

Se bajo del carruaje y camino a la puerta.

Toco y toco, extrañado de que Alois no abra decidió empujar la puerta dándose cuenta de que esta estaba abierta y sin mas entro.

Se adentro en la mansión buscando rastro de Alois o Claude pero no encontró a ninguno de los dos.

Decidió ir a la habitación de Alois,   -Seguro se quedado dormido- Ciel sonrió al pensar aquello.

Pero aquella sonrisa de borro de golpe al escuchar aquel sonido tan familiar, solo que esta ves se escuchaba repetidas veces.

Un gemido.
Unos gemidos.

Ciel rogando porque solo sea una simple broma de Alois al este percatarse que él había llegado camino a pasos lentos hasta la puerta de aquella habitación de donde los gemidos salían como si de una canción estuviésemos hablando.

Asomo su cabeza y los vio.

Alois junto a Claude teniendo intimidad en aquella cama donde él también habia estado con Alois, La unica diferencia era que Alois lucia tan feliz y complacido a comparación de cuando lo hacia con Ciel.

Alois... -Dijo él en un pequeño murmuró lleno de dolor.

Él conde dio un paso hacia atrás y corrió fuera de la mansion.

Salio de ella sin siquiera decirle al chofer del carruaje donde iba corrió lejos lanzando él regalo lejos.

Con él corazón herido y las mejillas llenas de lágrimas golpeo él tronco de un árbol que se encontraba bajo la luna y en aquel bosque donde había conseguido refugio.

Maldecía y maldecía, no había podido dejar de llorar en todo ese tiempo que estuvo allí, no entendía como Alois luego de tanto había sido capaz de hacerle semejante cosa.

Se sento en una pequeña banca que estaba allí, Se abrazo a si mismo tratando de buscar calor en tanto frío de esa noche.

Un abrazo, necesitaba un abrazo pero no queria llamar a nadie no quería que le vieran tan débil.

Luego de llorar hasta que sus ojos ardían y pensar hasta que su cabeza empezó a doler, Se acosto en aquella banca y miro la luna Aquella mirada se pérdio en la luna buscando la respuesta de aquel engaño.

Entendió todo, tantas veces en que repetía lo mismo y buscaba que se fuese de su casa era para por fin estar a solas con Claude, Tantas veces en que estuvieron juntos y no recibía afectó ni él mínimo cariño de Alois.

Y se dio cuenta de todo lo que su fiel mayordomo había y ha echó por el.

Cuantas veces le trato mal.
Cuantas veces le contesto mal.
Cuantas veces ignoro lo que él le contaba por hablar sin parar de Alois.

Cuantas veces Sebastian pasaba toda la noche junto a él cuando se enfermaba.
Cuantas veces Sebastian estuvo junto a él en las buenas y en las malas.
Cuantas veces Sebastian arriesgo si vida por él.

Sus parpados empezaron a pesar y luego el se quedó dormido.

Disculpe Joven Amo Permitame Decirle Que Usted Me Encanta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora