No juegues ahí

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Yo vivo en un pueblo muy pequeño y tranquilo de Rosario, Argentina .Hay menos de 200 habitantes.
Como mencioné es muy tranquilo y nunca me pasó nada, hasta ese día. Fué muy perturbador

Hace unos días estrenaron una plaza de juegos para niños a dos cuadras de mi casa. Mi hermanita pedía ir porque le encantan los juegos esos aburridos de niños pequeños. Lo que hizo que recién cuando la terminaron de construir fuimos a "jugar y divertirnos en familia". Mi hermanita se puso muy contenta.

Al llegar a la tan famosa plaza de juegos lo primero que hizo mi hermana fué ir a la hamaca. Al cabo de unos cinco minutos ella empezó a cansarse y decir que quería bajar, lo extraño es que no podía, siguió intentando más fuerte, así y así por dos o tres minutos. Como mis papás se habían ido a comprar unas cosas para comer, me vi obligado a ayudarla.

Me dije a mi mismo: ¿como puede ser tan inútil esta nena para no bajarse de esta simple y convencional hamaca? .Al llegar a esa hamaca lo que hice fue ponerme en frente para poder pararla. Lo único que pasó fue que con una fuerza enorme que no era de mi hermana, me pegó en la cara las cadenas.
—¿Qué haces boba?
—Yo no fui...
Dijo muy asustada ella pensando y poniendo una cara como que no se podría bajar.
—Pero como no te vas a poder bajar, dejame a mí.
Me abalanzé sobre la hamaca y la logré parar.
—De nada.
—Gracias hermano, ¿querés ir a la calesita esa?
—Si vos querés...
Fuí con ella a la calesita para derle un gusto.

Apenas empecé a dar vueltas en el juego sentía unas malas vibras o algo pasando sobre mí, acompañado de un fuerte escalofrío que transmitía algo. Sin prestar atención a absolutamente nada, seguí jugando y riendo con mi hermana, a la vez que llegaron mis padres con mucho pocholo y demás cosas ricas, como tengo bastante fuerza, y sé que a ella le encanta la velocidad ,decidí empujar más fuerte para que valla más veloz.

La empujé tan rápido que se me puso la vista en negro, con un mensaje en rojo que decía:

    <<No debieron venir>>

Al instante se me fué la sonrisa, la calesita, empezó a girar descomunalmente rápido, haciendo que mi hermana y yo salgamos disparados, por suerte yo caí en la arena. Encontré muchos cadáveres con sangre y vísceras, como recién muertos, en cuanto a mi hermana cayó en el cemento. Lo que llamó la atención de  mis padres y la fueron a ver. Estaba con la cara plana del golpe que se dió, se le veía una parte de su cerebro,  y no hace falta decir que perdió la vida, olvidándome de los cuerpos, fuí a ver a mi hermana y me llevé esa noticia.

Estábamos llorando todos hasta que aparece de la nada en frente alguien vestido de negro que no se le ve la cara, el cual sin decir nada agarra el cuerpo de mi hermanita y lo entierra en la arena.

Uno más.

Fué lo que dijo antes de desaparecer. Ya pasados dos años la plaza fué demolida y no se dió una explicación de los cuerpos...

Espero que les haya gustado esta historia, disculpen que sea tan corta xd.


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