La curiosidad mató al gato

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Había una vez, un gato feliz que vivía con una esposa preciosa. Todo iba bien hasta que un día, el gato cansado de las salidas nocturnas de su mujer, emprendió una investigación por su cuenta. El pobre gato curioso siguió a su amada hasta un callejón apartado de la ciudad y de donde vivían. Ahí descubrió el pobre felino que la gata a la que le había dado tanto amor, le era infiel. El gatito devastado sin poder asumir esa triste noticia murió de dolor. Hubo una vez un gato triste que murió por amor. 

La curiosidad mató al gato, pero murió sabiendo...

Refranes destripadosWhere stories live. Discover now