Elevada

Descripción.

Conocí a alguien que me amaba con locura, de esos que no se encuentran dos veces en la vida. Me encargue de arruinarlo con mi adicción.

Nos conocimos cuando yo tenía apenas 13 y el 17, en verdad fue una relación demasiado bonita y que repetiría sin siquiera pensarlo dos veces.

Cuando ya llevábamos año y medio de relación yo decidí meterme en drogas, comencé con marihuana a las 11 años pero la deje, este año me presentaron una droga nueva, me hacía sentir demasiado bien. ¿Su nombre? Cristal, mejor conocida como "Cristina" que así es como la hare presente en esta historia.

Mi novio se entero y no le pareció, le dije que no se preocupará que yo estaría bien, pero no fue así.
Al poco tiempo cambie mucho, ya no soportaba nada, me molestaba todo y todos. Terminamos. El contacto nunca se perdió, a pesar de todo le seguía hablando, no me dolió al inicio, pero joder!, valla que me hace falta ahora.

Apenas hace un mes le dije que me diera una segunda oportunidad, que yo dejaría todos mis vicios. Su respuesta fue. -Esto es lo mejor para los dos hermosa, si continuamos acabará peor y yo no quiero perderte totalmente. Yo no entendía en ese momento a lo que se refería hasta que me explico. -Cambiaste demasiado, ya nada te parecía. Me insultabas, me golpeabas y yo no podía hacer o decir algo por que te enojabas, técnicamente tenía que ver como me tratabas y cruzarme de brazos.

¡Vaya!, no pensé que tuviera un problema hasta que el me dijo eso.

El día de hoy tengo 14 años y me he metido infinidad de drogas, deseando no haber consumido por primera vez, pero que te digo, ya estoy hundida en esta mierda.

Mamá lo siento, tu no merecías esto, eres fabulosa. Lamento todo el sufrimiento que te causo por mi adicción. Te amo.