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Al día siguiente cuando llegue a las clases de música, encontré que me sentía un poco nerviosa, me sorprendí a mi misma, hace tiempo no sentía nervios, puede que suene raro pero ya no me daban emoción las cosas, no me importaba si estaban bien o mal, era como voy a dar un discurso frente a toda la escuela no me dan nervios porque no me importa si me equivoco o no, si piensan bien o mal de mi, durante estos momentos pedía sentir algo, quería emocionarme o llorar por algo, quería sentirme viva, así que esta vez deduje que los pocos nervios que sentía eran buenos.

Entre a la aula, salude a las chicas y me senté. Cuando el instructor le pidió pasar al frente y ¨demostrar¨ lo que había aprendido al primer alumno me di cuenta que lo estaba haciendo sin ningún orden en especifico ademas iba a ser muy tardado porque trataba de corregir los errores que tuvieran uno por uno.

Salimos al descanso, note que Adriana seguía muy distraída, ademas Bere estaba muy nerviosa, por otro lado Diana trataba de tranquilizarla. Termino el descanso, volvimos a nuestra aula y...

-Señorita Bere ¿podría pasar al frente? -El instructor lo decía como una pregunta como si tuviéramos otra opción

-Claro -Respondió Bere visiblemente nerviosa, llego al frente intento tomar el violín para comenzar a tocar pero le temblaban las manos toco una nota... Soltó el arco y salio corriendo.

Inmediatamente Diana, Adriana y yo salimos detrás de ella. La encontramos sentada en medio del jardín de la escuela. Nos acercamos a ella 

-No puedo hacerlo -Dijo Bere su voz sonaba triste

-Pero, ¿por qué? -Preguntó Diana

-No puedo -Respondió Bere esta vez una lagrima cayó por su rostro

-Vamos, ya nos mostraste a nosotros lo buena que eres, puedes hacerlo con todos los demás -Dije tratando de animarla. Lo que dije era verdad en una ocasión nos mostró un vídeo de ella tocando un fragmento de Hallelujah basándose en la versión de Lindsey Stirling, lo hacia maravilla el problema es que sus nervios se apoderaron de ella y de alguna manera la vencieron

-No puedo

-Claro que puedes, solo hace falta que tu lo creas -Dijo Adriana

-Adriana -Dijo Bere

-¿Mande? -Respondió Adriana aun inspirada por su frase anterior

-Sonaste igual que mi Madre después de leer un libro de motivación personal - Dijo Bere esta vez con un pequeña sonrisa en su rostro

Todas reímos y nos dimos un abrazo de cuatro. Volvimos a la clase, termino y ni Adriana ni Diana ni yo pasamos al frente, era evidente que nos tocaría al día siguiente. Me despedí de ellas como ya era costumbre.

Mi padre me llevo a la preparatoria, otro día mas, como siempre no tenia ganas de ir y es que era verdad eso de si no disfrutas algo cualquier cosa, eso termina  deteriorándose o cambiando, eso era justo lo que había pasado con mis compañeros de la preparatoria convertimos nuestra amistad en  costumbre y al final termino por desaparecer, pensándolo bien en parte eso fue lo que paso con mis padres.



Kiss MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora