En el limite

Nosotros

Fue en universidad cuando le conocí, era un chico bastante callado pero agradable, casi me atore con las palabras cuando me habló, él tan lindo y su cara de ángel, por un momento me llevo a pensar "¿Dios, por qué me haces esto?" Yo solía competir por la universidad en natación y él estaba de visita por su club de fotografía de secundaria. ¡Era malditamente ilegal! Pero me encantaba.

Ese chico se había robado mi corazón desde un primer momento fue cuando ya no sabia si mi cabeza había quedado solo con aire o siempre fui así. El me había preguntado si me podía dar una entrevista, obviamente acepte de inmediato, quería conseguir todo de ese chico. No podría explicarlo, jamás había sentido algo igual por otro. Yo estaba comenzando a iniciarme a los campeonatos de natación en la universidad y había estado dentro de los tres primero lugares, pues por lo que creía que a eso se debía su entrevista, incluso ya había pensado en ir solo comprar un par de hamburguesas para celebrarme ¡Pero el destino quiso otra cosa!

En nuestra cita, como me atreví a llamarle aunque simplemente era un café cerca de la facultad, me gusto, diría que fue el mejor café de toda mi vida, hablamos entre todo lo que me preguntaba trataba de no ser tan evidente con mis preguntas también, pero me sirvió, supe como se llamaba, el Ángel se llamaba Lee Taemin, estaba en uno de sus talleres recreativos, tenía mascotas y un pequeño sueño. Nos compartimos los números y se creo una hermosa pero corta amistad. Taemin y yo teníamos gustos similares para algunas cosas pero soportábamos bastante bien la presencia del otro. Pese a esa corta amistad supe que no podríamos estar juntos, la diferencia increíble de edad casi de cinco años me hacia sentir como un verdadero pedófilo, al menos había algo que podíamos tener, solo amistad.
Taemin tenía muchas cosas que influían en mi, sentía que me daba cierta en seguridad en como ser realmente, a veces no sabía quien era mayor por cinco años, me hacia reír o me regañaba por las cosas malas que hacia pero nunca con una mala intención, se preocupaba y a veces solía llamarme para solo hablar de cosas de la vida.

Solía ir a la casa de La señora Lee cada cierto tiempo.

Fue entonces cuando algo malo llego, Taemin debía irse al extranjero, más me dijo casi al último dejándome un con la manos atadas, no podía impedirlo, no eramos nada mas que amigos, incluso conocidos. Entonces fue cuando se fue, claro, de primera hablamos pero paso que tanto como yo, Taemin comenzó a llenarse de proyectos que terminaron rompiendo nuestra amistad, dejándolo en un hiatus momentáneo.

Fue todo tan rápido que no olvidaré muchas cosa de esa corta amistad, los lindos momentos, tantos almacenados en mi corazón. Incluso la promesa que nos hicimos que creí hasta ahora que la cumpliría.

Después de que se fuera todo se volvió un completo caos, Taemin comenzó a estar demasiado ocupado al igual que yo que de apoco nos fuimos distanciando, hasta prácticamente cortar toda nuestra comunicación. Fue entonces cuando decidí salir con otras personas, vaya que fue un desastre, intente buscar un consuelo en alguien que se le pareciera, sabiendo que eso solo lo hacia un hijo de puta, pero no duraba mucho tiempo en esas relaciones, digamos que soy un tanto dificil.

†

Desperté mirando a mi costado y no le ví ahí, suspire extrañando nuevamente esos despertares ¿Cuantos días habían pasado ya?
Giré de mi cuerpo tronando los huesos sin querer sintiéndome tan solo, Taemin me faltaba en todo momento. Sentía que había pequeñas cosas que le había dejado en el recuerdo, el olor de Taemin se desprendía un rico aroma que estaba inserta en la almohada de mi costado, no evite tomarla para respirar lo que quedaba de él. Siendo que no estaba ni en mi propia casa, sino en el viejo departamento antes de casarnos.

Sentía la cabeza punzar pero de igual forma me levante, debía ir a la clínica atender a mis pacientes de hoy y luego ir al refugio, estaría ocupado la mayoría del día y me mantendría alejado de mis pensamientos. Ayer había tenido la intensión de llamar a Taemin pero esto es difícil para los dos. No demore mucho en salir para no quedarme atorado en el taco de las 10, los clientes de la veterinaria no quedarían esperar mucho.

Estuve meditando tantas cosas desde mi ultima pelea con Taemin, era inevitable, se me acumulo tanto esa semana, demasiado estrés que a una simple provocación ya estaba arrojando fuego por la boca. No había sido la primera vez. Taemin siempre me había perdonado tras nuestras peleas, sabia que era bastante hiriente cuando se trataba de enojarme ¿Realmente el me podría amar tanto? Me dolía el corazón. Muchas veces había intentado cambiar, quería hacerlo, le amaba bastante para hacerlo por el, pero era un completo idiota, tanto que deseaba golpearme, muchas veces lográbamos estar mucho tiempo sin una pelea, pero venia yo, con mis inseguridades y rateras para arruinarlo todo, nunca pudo ser algo concreto, era una verdadera decepción.

- Señor Choi -mi secretaria me llamo en medio de un papeleo-

- Dime -Conteste sin darle demasiada importancia a su presencia, estaba muy sumido en mis cosas, debía ser algo sin importancia-

- Su esposo llamo...-Alce mi cabeza bastante interesado y ella me miro algo extrañada continuando- porque necesita que vaya a su casa, no me dijo el motivo señor.

- Oh muchas gracias ¿Cuantos pacientes me quedan?

- Unos cinco y luego en la tarde tiene que ir al refugio por el tema de los caballos de el señor Bass.

Asentí sin decir nada más cuando ella ya se había retirado, sentí las células de mi cuerpo removerse, subirme la presión y el pulso cardíaco, tenia mil emociones en mi cuerpo al penar aquello, aunque sabia algo, Taemin había llamado a la secretaria para darle el recado  cuando él tenía mi teléfono, sentí mi bolsillo vibrar al rato viendo un encaje que era precisamente de él, jamás me había sentido tan nervioso hasta que tuve que abrirlo.

Sms: Señor esposo~

Los niños te extrañan, ven cuando puedas.