CAPÍTULO UNICO.

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El día era frío, el cielo estaba nublado y húmedo, la estación del invierno ya había llegado a esta pequeña ciudad, el frío era común aquí, había días en donde el frío era tan inminente que las pequeñas ventanas del vecindario se llenaban de una f...

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El día era frío, el cielo estaba nublado y húmedo, la estación del invierno ya había llegado a esta pequeña ciudad, el frío era común aquí, había días en donde el frío era tan inminente que las pequeñas ventanas del vecindario se llenaban de una fina capa de hielo. Claro, en toda casa siempre había familias enteras que dentro, brindaban calor y amor.

Para mi, esta ciudad era una completa porquería, el Gobierno era corrupto y mientras eso no cambiará la sociedad nunca se sacaría de la cabeza aquella idea. Así es, en los bajos barrios de esta pequeña ciudad ya era un suicidio salir de noche no sin antes ser noticia al día siguiente, donde puedes ser asaltada, amordazada y en los peores casos violada.

Muchos se iban de estas calles para obtener una mejor vida, siendo su nuevo inicio en barrios con más alta reputación y seguidad pero claro, el dinero es para vivir, yo lo haría, yo me iría pero siendo sincera no tengo esa economía.

Mi trabajo consiste en ser mesera de un bar con poca reputación, estoy hasta altas horas de la noche y salgo cuando las calles están más oscuras, la paga no es muy buena así que me daba igual si me asaltaban o no, no perdía nada.

Ese día nuevamente trabajaba, apenas estaba oscureciendo y ya me habían dado la salida, así que podía ir sin preocupación a mi humilde casa que quedaba cerca de ahí.

-Espero tengas un buen día, Milk- despidió mi compañera de trabajo, Suno. Había tratado muy poco tiempo con ella pero lo suficiente para saber que estaba pasando por la misma situación economica que yo.

En pocas de las pláticas que habíamos tendió me había dado cuenta que, al igual que yo, quería largarse de este lugar.

-Igualmente Suno, vete con cuidado- di una pequeña sonrisa recibiendo una por su parte. Me gustaba trabajar con ella.

Salí de ahí sintiendo como el fresco aire golpeaba mi rostro, al instante, la punta de mi nariz se puso helada para que, después el resto de mi cuerpo sintiera el brusco cambio de temperatura, haciendo que me diera uno que otro escalofrío.

Era mi oportunidad, las calles aún estaban con poca gente y la oscuridad aún no se a poderaba de todo el cielo, camine rápido y sin distracciones hacia mi casa, si así se le podía llamar.

Sin embargo, la escasa luz iba desapareciendo y eso me preocupaba de alguna u otra manera. No me importaba que me asaltarán pero ¿que pasaría si me hacían otra cosa?

Cuando por fin sólo faltaban algunas cuadras para llegar a mi hogar, los nervios invadieron mi cuerpo como si estos se dispararan automáticamente al escuchar algo que no me gustaba, unos pasos se escuchaban detrás de mi.

No tuve el valor de voltear y verificar que estaba en algo erróneo y que todo era producto de mi imaginación, mi miedo era aún más grande que mi valor.

Así que mi único acto fue seguir mi camino como si no hubiera escuchado nada siendo todo lo contrario. ¿por que mi miedo era tan grande? Todo eso, tenía que ver con mis padres, la razón por la cual ellos ya no estaban a mi lado.

Sola |O.S awards| ➳ GochiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora