¡Oh Daddy quiero mas!

Me gusto Jos.

La noche era larga, pero para ellos dos era perfecta, simplemente se sentían a gusto con la presencia del otro.
Los dos disfrutaban de un tazón de palomitas y vasos llenos de refresco, veían una serie American Horror Story, hubo un momento de la serie donde el pequeño rubio se espanto y escondió su cara en le pecho del mayor, el pelinegro sólo acariciaba su cabellera rubia dando unos besos en ella.
El rubio despego su rostro del pecho de su amado con un notorio sonrojo.

–Alon.-dijo el mayor mirando los ojos azules del pequeño.

–¿Que sucede Jos?.-lo miró un poco confundido.

–eres hermoso cuando te sonrojas.-tomó la barbilla del rubio.
–Tienes una sonrisa hermosa.

El pelinegro volvió a tomar de la barbilla al rubio acercándolo a sus labios sintiendo sus respiraciones chocar oyendo los latidos del corazón de cada uno, ¡bum! Sus labios se unieron no era un beso como cualquiera este beso estaba lleno de amor si amor real, sincero, era lento disfrutaba de aquel soñado momento,besa con delicadeza al rubio, saboreaba el beso era dulce, con un toque te ternura, pidiendo acceso para adentrarse más a su boca y comenzar una guerra de lenguas parecía que se devoraban, pero no era así el beso parecía subir de tono hasta que se separan por falta de aire.
Sus respiraciones eran agitadas los dos quedaron totalmente como dos jitomates.
Jos tomó la mano de Alonso y este se volteo a verlo.
–Me gusto.-miró al rubio.
–a mi igual.- se sonrojo
–¿Quieres volverlo a repetir?preguntó el pelinegro.
Sin más ni menos el rubio se lanzó contra el pelinegro volviendo a unir sus labios pero este beso ya estaba lleno de lujuria el uno al otro se necesitaban.