CAPITULO 11

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Me quede ahí y seguía viendo como Matíus se alejaba cada vez más, hasta que ya no pude verlo, en ese punto las puñeteras lagrimas y ganas de llorar que tenia se pusieron a mil, hasta que no pude aguantar más las ganas de llorar, me tape la cara con las manos sintiéndome una estúpida, como le puede haber echo eso a él, a los dos – pero qué diablos pasa conmigo- , al cabo de unos minutos supe que él no regresaría así que me di la vuelta para entrar a mi casa, pero me quede inmóvil cuando vi a mi mama detrás de mí con los brazos abiertos.

- Lo siento cariño – dijo acercándose a mí y rodeándome con sus brazos, acepte el abrazo sin importar nada, aunque estuviera haciendo el ridículo en la calle y no dije nada solo llore por unos segundos –que parecieron una eternidad- en los brazos de mi mama

Cuando me separo de ella, tomo un pañuelo que tenía en el bolsillo y me seco las lagrimas, no me digo nada, no me reprocho, ni pregunto qué había sucedido - supongo que lo vio todo – pero no me importo, me sentía horrible pero estaba agradecida con mi mama por darme mi espacio, me tomo de la mano y entramos a la casa.

- Te preparare algo dulce – dijo mientras me guiñaba el ojo

- Está bien mama...... mama yo...

- No cariño, no necesito saberlo, pero si te diré que sea lo que haya sucedido arréglalo, se ve que quieres a ese chico, porque no lo aceptas Ana

- Mama es que..... yo..... no lo creo que después de tantos años sigo siendo estúpida- le dije recordando aquello que tanto me atormentaba de mi pasado.

- Ana cariño no eres estúpida, y lo que sucedió no fue tu culpa, eras joven y muy inocente

- Si mama siempre me lo dices, pero sabes creo que si yo no hubiese ido hay nada me habría pasado...

- Todos comentemos errores cariño..... tu.... Tu amigo él lo sabe?

Negué con la cabeza como loca, la única persona que sabía lo sucedido cuando era niña era Paula y jamás hablábamos del tema.

- Mama sabes que ni siquiera hablo de eso, solo Paula lo sabe y....

- Ya está bien no lo recuerdes ni pienses en ello, anda ve a tu cuarto, te subiré una galletas que hare

- Está bien- le dije con un hilo de voz, jamás había hablado de aquello, no era algo bueno de recordar, y si Matíus lo supiera no se qué pensaría de mi o como me vería – tal vez ya ni siquiera le agradara- sacudía la cabeza alejando esos pensamientos de mi, subí a mi cuarto y me lance en mi cama, y al cabo de un rato Cai en un profundo sueño.

HOLA chicos espero les guste 

Un Amor a DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora