Extra: Remember me?

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-Según Emalf es aquí, es un bonito lugar...-la suave voz de Miu, más su belleza, cautivó a las personas que pasaban a su alrededor.

Con una sonrisa entró y se deleito con el dulce aroma del café, en el lugar no había muchas personas por lo que tomó asiento en la mesa junto a la ventana. No iba sola, le acompañaba Subaru y alguien más, una sorpresa para su Padre.

-Buenos días, ¿Que va a ordenar?-una chica de bonito cabello violeta y ojos azules les atendió, tenía su vista en la pequeña libreta pero por curiosidad alzó la mirada y sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas.

-Hola Mamá, ¿Cuanto tiempo, eh?-dijo con una gran sonrisa y apretando la mano de Subaru, quien miraba a la pelivioleta con algo de sorpresa-¿Está Papá?

-Oh... No me lo creo... ¡Kaneki!-gritó con los nervios a flor de piel-Vengan, vamos a la parte de arriba.

Obedecieron y siguieron a la mujer, pasaron la puerta que decía "solo personal autorizado" y subieron unas escaleras a la tercera planta, entraron en la última puerta y observaron la habitación: tenía una mesita al centro, sillones para tres personas, una ventana y lo que era una jaula para un canario.

-No ha cambiado nada desde que me fui...-intento susurrar pero Subaru le escucho.

-Iré por Kaneki, no te vayas a ir.-amenazó y se fue.

Acataron la orden y tomaron asiento en el sillón que daba la espalda a la puerta, Miu y Subaru estaban en los costados mientras que la persona "sorpresa" en el centro.

-¿Ella es tu Madre? No se parecen.-comento Subaru para sacar una sonrisa en Miu, se le veía muy tensa y tenía sus brazos y piernas cruzadas, algo que solo hacía al estar nerviosa.

-Sorprendente, ¿Verdad? Pero sí, es mi Madre. Sino me parezco a ella te sorprenderás al ver a mi Padre.

-Que emoción.-dijo con sarcasmo y ella le empujo levemente con un puchero-Vuelves a ser la misma, eso es bueno.

-Oh cállate.

La puerta volvió a ser abierta y por ella entraron Emalf y Poemi con una sonrisa de oreja a oreja, vestían como camareros y en sus manos traían algo para que comieran: café, tarta de "fresas", pequeños lonches y manzana cortada en forma de conejitos.
No hablaron mucho, en parte se dedicaron a "jugar" con la persona sorpresa mientras degustaba de los trocitos de manzana.

-Estoy sorprendido, mira que venir después de varios años.

-Escape de casa Emalf, no voy a venir así como así, tenía que ser con algo importante para que no me manden a freír espárragos.

-Que buena eres, no dices maldiciones frente a él.

-Obvio, hay que dar el buen ejemplo.

-Lo dice quién aún se cuelga del techo y me asusta.-comento con desinterés Subaru y la puso colorada de vergüenza, la persona "sorpresa" comenzó a reír levemente.

-Traidor...-dijo en un puchero bastante adorable y, antes de que Subaru pudiera morderle los mofletes, la puerta se abrió.

Por ella entraron la pelivioleta y un albino con las puntas negras, la primera un tanto nerviosa y shokeada mientras que el otro venía serio y con el ceño fruncido. Miu se levantó y se puso cara a cara con ellos, se veía pequeña ante él y Subaru le acompaño junto con la persona sorpresa, Emalf y Poemi se retiraron deseando suerte a la pareja y cerraron la puerta.

El lugar estaba en un silencio bastante incómodo.

-Papá...

-Tú no eres mi hija, ya han venido demasiadas incrédulas intentando engañarme, no serás la primera en ser descubierta.

Kaneki!

-No Touka, tu mejor que nadie sabes que tengo razón.-el albino pensaba irse pero el agarre desesperado de la pelirrosa le hizo girarse con enfado, enfado que se fue al ver cómo el cabello rosa fucsia de Miu se iba volviendo violeta y sus ojos quedaban como dos gotas de agua, completamente azules.

-Daddy... do you remember me?-ambos adultos lloraban en silencio y la abrazaron con fuerza, Miu les correspondía y por el rabillo del hombro miro a Subaru con una sonrisa melancólica, había extrañado a sus Padres aunque lo negara.

-Mamá... ¿Son tus papis?-la vocecita del tercer acompañante hizo que los adultos le miraran, estaba en los brazos de Subaru y se sujetaba de su cuello.

-Sí, ¿Los quieres conocer?-asintió emocionado y los dos se acercaron-Mamá, Papá, él es mi esposo, Subaru, y él es mi hijo, Hajime.-el niño tenía el cabello de un azul/violeta con unos preciosos ojos rubí, piel blanca y una gran sonrisa con sus mejillas un poco ruborizadas.

-Te vas por 17 años y regresas casada y con un hijo... Rose, eres...

-Igual a tí Daddy, ¿Verdad Mami?

-Demasiado diría yo.

El ambiente se había vuelto agradable y acogedor, la familia estaba unida de nuevo, era más fuerte, más grande.

Hajime ahora estaba en los brazos de su abuelo, sonreía como nunca lo había hecho a sus tres años de edad.

Se podría decir que gracias a el... Había dado inicio una gran historia, era el principio de algo muy hermoso.

Tanto para Ghouls como para Vampiros.
































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★Fin★

❤❤❤

Yo me despido, Bye♪

Cuidando A Miu (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora