4-Dainan

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Caminé por la calle tranquilamente, Aquiles movía su cola en señal de felicidad, pues aunque saliéramos a caminar todos los días, se emocionaba como si nunca lo hubiese hecho.

Disfrutaba salir a caminar a esta hora, la ciudad estaba tranquila, pues no había mucho transito, ni muchas personas molestas a las cuales aguantar, al menos en la zona de mi edificio

El aire era fresco, todo parecía ir bien, lástima que ese no era mi día, pues un chico de un instituto que no conocía, justo venía en mi dirección,traía su uniforme, por lo que deduje que venia de un instituto caro, ya que eran los únicos que usaban uniformes para distinguirse, cuando se acerco mas pude reconocer que el chico vivía en el mismo edificio que yo, pero nunca habíamos cruzado palabras, era creído y arrogante, pues sus padres poseían una riqueza inimaginable, y el se aprovechaba de eso, y como si no fuera poco, era bastante guapo, unos ojos azules preciosos, que brillaban con el sol, haciéndome recodar al mar con el sol reflejándose en él, un cabello castaño perfectamente peinado se dejaba caer a los lados de su rostro, pues se lo dejaba crecer un poco, pero este en vacaciones solía cambiar de color, morado, verde, rojo, las únicas fechas las que el podía"Ser la super estrella extremadamente guapa que lleva en su interior", palabras de él, pues toca la guitarra unas facciones tan perfectas que parecía que el mismísimo Dios lo hubiese hecho a mano, media 1.75 según mis cálculos, pero era difícil saber con exactitud, tenia un cuerpo increíble, tiene sus abdominales marcados, aunque eso lo se porque un sábado salí a hacer compras con mi mama, y lo vi practicando fútbol en un parque cercano y justo en ese momento se quito la camisa, gotas recorriendo su cuello, viéndose realmente sensual y revelándome su definido cuerpo.

Debo admitir que un tiempo estuve algo colada por él, independientemente de que nunca habíamos hablado, pero luego de ver su verdadero yo, su tosca personalidad, deje que mi enamoramiento pasara a ser una sensación de repudio hacia su ser, y evitarlo a toda costa era un objetivo que me ponía a diario, por lo que apenas lo vi, cruce la calle, imaginando que el no lo haría.

Pero, realmente hoy no era mi día, pues también cruzó, y me pregunté ¿Por qué diablos cruzó?, pero cuando mi mirada se dirigió hacia la calle a la que crucé, me di una reprimenda mental, cruce justo a la calle donde esta mi edificio, que estúpida soy, pero en mi defensa, no me di cuenta que ya le habíamos dado toda la vuelta a la manzana.

Me puse la capucha de la sudadera que llevaba, para que no me reconociera, pues aunque nunca hayamos cruzado palabra, vive enfrente mio, lo que significa que me ha visto en pijama, y en mis momentos mas vergonzosos.

Me fui mirando hacia abajo, tan solo levante la mirada para darle un saludo silencioso a Emily, se que la salude cuando llegue del colegio, pero siempre que entro por esas puertas saludo a quien sea que este, esa mujer me sorprendía, pues a sus 34 años de edad, trabajaba de recepcionista, estudiaba en la universidad medicina, y su capacidad mental era tan buena, que se sabia el nombre de todos los residentes, teniendo en cuenta que son 10 pisos, y que cada uno tiene 5 departamentos.

Al llevar la cabeza gacha, no veía con exactitud lo que había enfrente mio, no se me hizo raro chocar con algo,o bueno, en ese caso con alguien, sentí que choque con un cuerpo, blando y caliente,con la mirada hacia abajo solo logre distinguir unas zapatillas blancas, lentamente comencé a subir la mirada, percatándome que tenia frente a mi a Dainan, el chico arrogante de enfrente.

Su mirada, la que siempre quería decir "soy superior a ti y lo sabes" perforo la mía, y yo lo único que pude hacer fue rodar los ojos e irme, pero al parecer mi perro no tenia ganas de hacerme caso hoy, pues se quedo olfateándolo, y por mas que intente alejarlo a la fuerza, no lo logre, pues este se aferró al pantalón del chico.

La vergüenza se apodero de mis mejillas, y pude notarlas calientes, por lo que supuse que me había sonrojado.

-D-disculpa a mi perro, p-pero no es mi culpa, a-aveces es muy terco y n-no me hace c-caso-dije tartamudeando como una tonta, tu no eres así, gracias subconsciente, no me había dado cuenta.

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