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-Oye, tú, el de lentes.- dije desde el otro lado de la entrada principal. El chico me miró pero me ignoró completamente, lucía asustado.

Corrí hacía el y hablamos de frente finalmente.

-¿Nicholas?- asintió acomodando sus lentes con su dedo índice.

-¿Qué sucede, J-Josh?- me dijo con voz temblorosa.

-Necesito un pequeño favor de tu parte.- coloqué mi brazo alrededor de su cuello.

-Ahora no, adiós.- apartó el brazo y caminó más rápido. Corrí y lo tomé de su hombro.

-Oye, no muerdo.

-Joshua, no quiero tener nada que ver contigo. Por favor, no me dirijas la palabra.

-¿Es que corre el rumor que padezco de alguna enfermedad mortal o algo así? Vamos, no es nada difícil para un chico como tú.- guiñe un ojo.

-No sobre eso, pero ya sabes...eres gay.

-¿Qué hay de malo sobre eso? Además es un rumor.- di una palmada en su hombro.

-No me toques, adiós.- de pronto la sangre subió completamente a mi cabeza y corrí hacía su dirección.

-Oye, olvidé darte ésto.- el chico volteó y di un golpe en su cara. Sus libros cayeron al suelo y no pasaron ni diez segundos cuando todos sacaron sus teléfonos celulares y comenzaron a tomar video.

Comencé a golpearlo más y más, odio a la gente homofobica.

Nicholas quedó casi noqueado por el golpe en el costado, cayó por unos segundos pero inmediatamente se puso de pie y me golpeó justo en la nariz, la cuál estaba intacta.

-Eres un marica, golpea bien.- le di un buen golpe que, según mis conclusiones, sí lo dejó noqueado.
Pasé mi antebrazo por mi boca y se llenó de un poco de sangre.

Una chica me tomó del brazo derecho y me llevó detrás de toda la bola de universitarios, Hayley.

-¿Qué te sucede, Dun? Para con tus estupideces, ya.- casi gritaba, ya era normal.

-El chico me provocó, yo no me quedaría así como así y lo sabes.

-Pero Josh, es Nicholas, el chico más 'nerd' de toda la universidad. Creo que aquí el estúpido e inmaduro eres tú.

De pronto vi que la directora de prefectura se acercó al chico y lo llevó a enfermería, era tiempo para huir y limpiar la sangre.

-Ve a lavarte las manchas, que en veinte minutos tienes clase de literatura.- dijo la chica rubia casi empujandome hacía los salones.

-Pareces mi madre.- dije con una sonrisa un poco pícara.

-Casi lo soy, eres demasiado inmaduro.- asentí y reí a la vez.

Caminamos directo al salón correspondiente de literatura y pasó lo de siempre, el director a un lado de mí caminando hacia la oficina de citatorios junto con el chico noqueado.

-Y eso es lo que pasó. ¿Puedo irme?- Hayley dio un golpe con su codo.

-No aún. Necesitamos que su madre venga para darle información de lo sucedido.

-Oh, vamos. No es la primera vez que sucede esto, y usted claramente sabe que mi madre está viajando constantemente.

-Pero...- interrumpí de nuevo.

-¿Acaso quiere una cita con ella? Se la consigo.- toqué mi cabello color rosa y lo desacomode un poco.

-Está bien. Lo dejaré pasar, pero tiene que venir alguien a testificar por usted. Pueden retirarse.- le brindó una sonrisa a Hayley.

Hayley y yo caminamos por los pasillos, y gratamente estamos en salones diferentes, así que me acompañó a mi aula y nos despedimos.

-No te metas en problemas, ¿quieres?- la chica sonaba un poco sería, pero a la vez me brindó una sonrisa.

-No prometo nada.- guiñé un ojo, al que ella respondió con unos ojos en blanco.

-¿Me da permiso de entrar?- dije serio, mirando algún banco vacío.

-Pase.- la ya adulta profesora de literatura me brindó una sonrisa amable.

Mientras caminaba al último banco, un chico de enfrente me miraba fijamente, el cuál tiró un lápiz hacía mi dirección y amablemente lo levanté.

-G-Gracias.- dijo parpadeando un par de veces.

Tomé asiento y la profesora dijo un par de oraciones que, sinceramente, no alcancé a escuchar. Levanté mi mano.

-¿Si?

-¿Podría repetir lo que dijo?

-Claro, habrá examen oral justo ahora. ¿Por qué no comenzamos con usted...- dijo mirando su carpeta inspeccionando mi rostro.-...Joshua?

-Genial.- dije golpeando el banco.

-Sobre el tema del género dramático, ¿podría decirnos cuál era el nombre del dios al que hacían tributo los griegos cada que una obra teatral se llevaba a cabo?

-¿Zeus?.- toda la clase rio y también yo, la profesora anotaba en su carpeta.

-Incorrecto - sonrió discretamente. Me quedé callado.- ¿alguien más puede responderla?

El chico de bonitos ojos de enfrente levantó su mano levemente. La profesora le dio la palabra.

-Me parece que Dionisio era el dios al que le ofrecían esas obras, y en algunas ocasiones hasta eran adoraciones muy explícitas en cuestión sexual.

-Correcto...¿Tyler?

-Sí, soy yo.

-Oh, por cierto, olvidé anunciarles. Tenemos un compañero nuevo en clase.- la profesora lucía muy desesperada y a la vez emocionada.- ¿quieres presentarte, hijo?- asintió.

-Pues soy Tyler, Tyler Joseph. Tengo 18 años y...no sé que más decir. Me gusta tocar el ukelele, y ya.- después de eso tomó asiento y todos aplaudieron.

La clase continuó y el nombre del chico me resonaba en la cabeza, como si fuera un tipo de canción pegajosa.

Terminó la clase miré la dirección a la que caminaba Tyler, es un poco peculiar porque se dirigía al cuarto piso, donde nadie puede ir.

Hayley estaba con su novio así que decidí no interrumpir. Seguí a Tyler silenciosamente al cuarto piso y entró al aula antigua del laboratorio de química. Procedí arrastrando mi mochila por la pared cercana evitando que el chico me viera. Vi por el pequeño agujero que había cerca de la perilla y dejó caer su mochila cerca del escritorio.

Posó su mirada hacía la mía y, efectivamente como lo pensé, me descubrió.

-¿Qué haces aquí?

It's a bullshit but hago lo que puedo, welcome to this new history, my darlings c;

Sick like me \\joshler//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora