Miedo.
—¿Te gusta tu habitación? —preguntó un inquieto NamJoon, sus ojos no perdían de vista al pequeño Jeon, ahora, Kim JungKook.
—Es... —tomó un minuto para proseguir, estaba maravillado—. Nunca antes tuve una habitación tan grande, ¡me gusta!
NamJoon no pudo evitar sonreír con satisfacción, escuchar eso de su hijo, —porque sí, era su hijo apartir del día que firmó los tramites de adopción—, lo hizo gritar internamente.
Por un tiempo se esforzó en cambiar radicalmente esa habitación que ahora JungKook poseía.—Señor Kim, muchas gracias por darme este espacio.
—Oh, JungKook, no me digas así —río con cierto dolor—. Esta bien si crees que es muy rápido para llamarme papá, pero, puedes llamarme NamJoon, sería mejor así.
El pequeño asintió mientras caminaba por la habitación, hasta que se detuvo frente a la ventana de ésta.
—¿Sucede algo, JungKook? —NamJoon se recargo contra el marco de la puerta observado atentamente a su pequeño.
—No, es sólo que... —la manita del pelinegro se posiciono sobre una de las cortinas que cubrían la ventana—. Me gustan mucho las mariposas y la cortina esta llena de mariposas muy bonitas.
—Chaerin las eligió, creo que tú y ella tienen los mismos gustos entonces, ¿no lo crees? —el mayor le dedicó una media sonrisa al más joven y esperó atento a la respuesta.
—¿Omma Chaerin? —se giró hacia el más alto de la habitación y dio unos cuantos pasos hasta estar cerca de él—. Me parece que sí... ¡appa! Tengo mucha hambre.
Para la sorpresa del moreno, escuchar aquel simple appa, lo tomo desprevenido y casi sintió sus ojos cristalizarse.
—¿JungKook?... Tú —se obligó a cerrar la boca en cuanto la pequeña mano de JungKook tiro de la suya.
—Papi NamJoon, ¿está bien?
El moreno, sorprendido, sólo atinó a asentir con una gran sonrisa que marcaba claramente sus llamativos hoyuelos.
Una vez de regreso al living, Chaerin y SoRa conversaban seriamente, pero tan rápido como notaron las presencias varoniles, sonrieron enternecidas por la escena que montaba JungKook.
—Se que no puedo pero —tironeo una y otra vez la mano de NamJoon—, quiero chocolate, mucho chocolate. Por favor, appa —miró de soslayo a su alrededor, encontrándose con Chaerin—. Omma, me dejará comer algo de chocolate. Por favor.
—JungKook —se interpuso SoRa—. Sabes que no puedes, no podrás dormir por la noche, y ya no falta mucho para que oscurezca.
El pelinegro mordió su labio inferior haciendo un puchero que no paso desapercibido por NamJoon.
Desde luego que cumpliría cualquier capricho que JungKook quisiese, aunque esté mal para las mujeres que se encontraban mirando la escena.—Oye campeón, —NamJoon inmediatamente se arrodilló frente al más bajito—. Voy a darte todo el chocolate que quieras, será nuestro secreto, ¿sí? —susuro sólo para el pequeño, que tan pronto escucho aquello se acalanzo al cuello del moreno asintiendo frenéticamente.
—NamJoon —reto la rubia a su esposo, usando aquel típico tono de madre sobreprotectora.
—Cariño, sólo le he dicho que mañana tendrá todo el chocolate que quiera —declaró al tiempo que alejaba a JungKook de su cuello y le guiñaba un ojo, haciéndole reír.
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ドリーミング;Vkook
Fanfiction¿Y si todo los sueños se hicieran realidad? . Chaerin y Namjoon son un matrimonio joven que decide adoptar a un niño llamado Jungkook. Pero ellos no saben que Jungkook tiene un secreto difícil de creer. 🔜 ✏Título original: The Boy Of The Dreams...