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Mientras corríamos, el viento soplaba
hacia que tus cabellos, flamearan
escapábamos de lo que más nos aterraba
quedarnos solos, en esta vida.
Corríamos y a la vez volábamos
no sé, si estábamos drogados o era
la adrenalina que tenía en las venas.
Mirándote, me di cuenta
que te amaba, y más de lo que quería
Y vos, me miraste, con esos ojos celestes
que me hicieron saber, que nos amábamos.
Pero rara vez, hicimos eso de nuevo
mirarnos a la cara como si fuéramos trofeos
que la tierra había mandado.
Nos amábamos, si, pero nunca
nos dimos la posibilidad
de pasar a ser algo más.
Hasta la tumba, una al lado de la otra
amigos hasta la muerte,
que ni el ella nos separó del amor.

Amor y otras cosas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora