El diario de una mariposa.

Día 11.

Querido diario...

Si si, hace mucho no te escribo o te cuento algo, ciertamente creo que es porque... No había nada que contar, digo era la misma mierda todos los días que llegaba a ser aburrido incluso para mi. Pensé, ¿por qué no sólo terminar esa mierda?

Exacto.

La idea más estúpida y egoísta que he tenido, no me culpes, en momentos desesperados, medidas desesperadas.

O mejor dicho, en momentos estúpidos hacer cosas estúpidas justificándolas por el mismo hecho.

Pero en fin, no importa que estupideces hice o pude haber hecho, no me alegra no haberlas hecho, en parte porque siento que es por cobardía ¿sabes? No es la primera vez que no hago algo por cobardía, una estúpida razón, la estúpida y temible "cobardía", he perdido tantas cosas por esa mierda, o más bien por mi culpa, ¿no es lo mismo?
Da igual en este momento, ponerme a pensarlo no regresará a las personas, momentos y cosas que perdí por eso.
Un consejo, pequeño.

Nunca tengas miedo de hacer algo, ya sea por pena, miedo; ya sea miedo al rechazo, futuro, consecuencias, lo que sea. Lo hagas o no, pasarán, de diferente forma, bueno o malo, pero pasarán, maldición que pasarán, y depende de ti sentir satisfacción o remordimiento cuando pasen...
Creo que sabes a qué me refiero, o tal vez no... Piénsalo, pero no lo presiones mucho porque te puede acabar.
Y cuándo lo sepas, joder, sigue así que vas por buen camino, algo que para mi ya es tarde. ¡MALDICIÓN QUE YA ES TARDE!
Pero puede que para ti no.

Intentaré arreglarlo, porque eso es lo que queda después de todo, ¿no? Intentar, si ya todo esta jodido, ¿qué más da intentarlo?
Si ya todo está perdido, ¿qué más se puede perder?

Pero nunca, nunca.

Des por hecho algo que no es, sólo por miedo a averiguarlo, por favor, nunca...