mi primo

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Desde niños nos visitaban de vez en cuando unos primos que vivían en la capital, nosotros vivíamos en las afueras, por lo cual ellos siempre se quedaban a dormir en casa un par de días. Yo era el menor de 3 hermanos.

Yo solía pajearme regularmente, como cualquier chico disfrutaba mucho de la masturbación, pero nunca había tenido relaciones con nadie, fantaseaba con follar a alguna mujer o porque no, follar a otro chavo.

Unos amigos me comentaron como se habían follado a un chico durante un viaje. Lo bien que la habían pasado con aquel pendejo, dejó aquella inquietud en mí. Tal vez aquello era más fácil que ligarme a una chica. Lo que más anhelaba era tener sexo con alguien.

Volviendo a mí primito, de niños jugábamos muchas veces. Al pasar el tiempo y llegar a la adolescencia, yo me inclinaba mucho por lo sexual, hacía muchos comentarios de ese tipo, pero mi primo no, aunque poco a poco fui descubriendo que también le gustaba.

Una noche, como se quedaron a dormir, me tocó acostarme con él, de pronto a media noche él estaba de espaldas a mí, vi sus nalgas redonditas y no aguanté la tentación de restregarle mi verga. Tenía ese falo parado a más no poder y se lo restregaba entre las nalgas aprovechando que dormía, me cuidaba de no despertarle.

Fue muy excitante. Después fui al baño y me di un buen pajazo. No tuve que pajearme mucho para que mi semen saliera a chorros.

Desde entonces, estaba atento y cada vez que ellos nos visitaban, buscaba la manera de quedar en su misma cama. Aquello de recostarle la verga a mi primo mientras dormía ocurrió un par de veces.

Un buen día le mostré una revista porno, de las que tenía otro primo mayor que solía quedarse en casa. Lo hice como para tentarlo, para ver si se animaba a verla conmigo, pero nada, él aparentó no prestar ninguna atención.

A veces me daba la impresión que no estaba dormido del todo y le gustaba que le recostara la verga, pero él no daba ninguna señal concreta; temía que me rechazará y las consecuencias que un intento abierto de ir más allá pudiera traer.

Volviendo a aquella tarde, a pesar de su indiferencia ante la revista, luego, a solas, el chico fue donde estaba la revista; un cuarto retirado al fondo de la casa. Lo pillé buscándola entre el grupo de revistas que estaba allí en una pequeña biblioteca.

Cuando se percató de mi presencia, disimuló, como si leía algo sentado en la cama. Eso me dio la clave, entendí que mí primito se no era tan inocente como pensaba. Entré dispuesto a ir por más, después de todo yo lo había pillado buscando una revista porno.

Me acosté en la cama y poco a poco lo fui probando, hablado de cualquier cosa al tiempo que restregaba mí verga como al descuido en sus nalgas. Con lo duro que yo tenía el falo, era imposible que no cayera en cuenta de lo que yo hacía, como veía que se dejaba hacer, fui aumentado la intensidad y descaro de mis roces.

Al final, le tocaba las nalgas y recostaba la verga sin disimulo, claro, todo esto por encima del pantalón. Allí quedamos ambos en evidencia. A los dos nos gustaba aquello.Comencé a moverme como si me lo estuviera cogiendo. Él se dejó hacer un rato, sin duda le gustaba.

Luego me pidió que parara, le dio miedo que alguien nos viera. Sin embargo, fue un reclamó o protesta, por lo que más que claro que aquello le gustaba.

Desde esa tarde mis fantasías pasaron de lo genérico, de chicas de la TV o revistas a una persona concreta, mi primo. No es que no me gustaran las mujeres, pero me parecían inalcanzables. Comencé a hacerme pajas con mi primito en mente.

Pasaron un par de meses. Y de pronto, apareció mi primo en la casa, vino atraer in oaquete para mi made de parte de sus padres. Tuve la suerte de encontrarme con mi primo un día de semana, donde estaba yo solo.

Aunque teníamos casi la misma edad, éramos bastante diferentes. Él era delgado y blanco, cara bonita, sin lucir afeminado. En cuanto a su comportamiento, bueno en los estudios, pero no mucho en los deportes. Yo era bastante más alto que él, fuerte y musculoso, de buena apariemncia, no tenia el rostro mas atractivo pero no era feo, moreno, buen deportista, pero mal estudiante. Siempre me metía en problemas.

Fui al cuarto que estaba un poco aislado, al fondo de la casa y lo llame, el sin dudarlo se acerco a mi y descaradamente fue hacia mí apuntando con su culo, vino a sentarse directamente mi verga y frotaba su trasero sobre el.

Enseguida le di media vuelta y lo acosté boca abajo. Con los dedos punzaba justo a la altura de su ano. Me acosté sobre él y comencé a moverme como si lo cogiera, todo por encima de la ropa pero muy excitante.

Finalmente me saqué la verga y se la apoyaba en el culo, por encima del pantalón. El muy capullo pasó la mano para atrás y me tocó la verga, me la acariciaba de lo más sabroso, me tocaba la cabeza y las bolas. Fue la primera vez que alguien me acariciaba el falo y vaya que fue delicioso.

Luego tomé su pene, el lo tenía a reventar. Coloqué la piel por encima del glande y pegué mis labios, casi como darle beso en el palo. Yo era quien tomaba la iniciativa y mi primo se dejaba llevar.

Entonces le pedí que hiciera lo mismo. Le me presenté la verga tiesa, sosteniendo la piel por encima de la cabeza. Cuanto ansiaba sentir aquella boca en mi falo. Espera que mi primo respondiera con la misma caricia que antes le había dado yo a él.

Mi primo realmente me sorprendió, quito mi mano, me agarró la verga y echó toda la piel  hacia atrás, dejó aquel cabezón rojizo totalmente pelado. El muy atrevido no solo pegó sus labios, si no que con la lengua lamió la cabeza. Una sola pasada, pero que delicia, sentí por primera vez una lengua en mi verga, que sabroso.

Luego nos fuimos desnudando, yo tenia unas ganas de meter mi falo en su interior moria por follarlo, el tambien queria lo mismo asi que se puso de cuatro y el mismo empezo a preparar su entrada para mi pene, mi primo aunque era un chico esa expresion de lujuria en su rostro me exitaba aun mas.

Luego me dijo justo lo que queria escuchar, me pidio que lo cogiera y asi lo hice su interior era tibio y estrecho sentia que en cualquier momento soltaria mi leche y este chico no ayudaba mucho a mi control ya que cada vez su entrada se estrechaba un poco más y eso me volvía loco.

Fui acelerando mis embestidas y mi primo solo me pedía que lo follara mas duro como si fuera a partirle el culo y asi lo hice. Esa tarde fue una tarde memorable follar a mi primo fue algo impresionante.

Me dejo correrme dentro de el y lo hicimos unas dos veces mas. A decir verdad aunque lo hice por primera vez con un chico, yo no me sentía homosexual para nada. Quería que el asumiera un rol totalmente pasivo, sumiso. Y lo hacia sin problemas.

Desde ese dia hemos tenido mas contacto y mas encuentros el nunca se negaba cuando se lo pedia empezabamos a reunirnos una vez por semana ya que no viviamos en la misma ciudad.





**HOLAAAA**
Espero les haya gustado este capitulo nuevo y espero poder subir nuevos relatos mas seguido ♡✌

Secrets boys keepDonde viven las historias. Descúbrelo ahora