Parte 7:El reino

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En un lugar donde el sol no brilla, los prados son grises, las flores no se marchitan aunque lo deseasen, el mar es brea, en un reino olvidado por el tiempo, donde da igual si las personas viven o mueren pues el morir es relativo, donde no existe ni el calor o el sueño, donde todos vestían iguales, sin criterios o ética si quiera, estaban huecos como los muñecos y utilizaban capas, máscaras y yo en una cárcel de la que jamás podría yo escapar, pues era yo el bufón de mi propia miseria, aquel que construyo cuatro cuatro castillos, con cuatro duques como las cartas, soy ese hombre el cual hoy mira al horizonte y ve como al final, todo lo que construyo con tanto esmero, al final mi refugio seria mi tumba. Los cuatro duques lo miran cada cual con su propio pesar, el corazón lo mira con un sincero pésame, pues su amante de años hoy se ira a un mejor lugar, el trébol cree que la fortuna no le ha sonreído hoy y que el destino sabe como hace las cosas dijo el amigo incrédulo y confianzudo en que todo saldrá bien, el diamante cree que es sabio que muera, pues ha causado muchas tragedias a su propio reino el cual es la representación en persona de un alcohólico que lo trataba bien. Sabio a su manera y por ultimo está el as, el arrogante y aclamado as o el bromista como le gusta que le diga el cual es alguien diferente de los demás, pues no es una persona conocida, es el mismo en otra forma es libre, mucho mas maligno, es su "no me importa el mundo" en su máxima expresión, dice que debería vivir un poco mas y así es como una vez mas me ha salvado de la orca y el verdugo una vez mas se va triste a su casa, pues hoy no ha habido justicia, dice el en su mente. Ellos son mis cuatro espadas raudas y terribles, cuatro jinetes del apocalipsis, eso representan, cuatro refugios andantes en las que el hombre se ha podido refugiar de las desgracias y dificultades de la vida, cuatro decisiones, cuatro momentos importantes en esta trama que cuento hoy con sumo dramatismo, cuatro cárceles andantes, cuatro demonios aislados en la propia mente.

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