You are mine

Forever

Sousuke: Sousuke tomó aire, miró a los ojos a su novio y sonrió. Tenía algo que decirle. Algo que le había estado rondando en la cabeza todo el día y hasta que pudo verlo después del trabajo, fue que se armó de valor.

-Haruka... Ojalá fuera el sol para darte todo el día...

Haruka: No.

Esa no era forma de ser recibido en su casa después de regresar de un día agotador.

Su rostro dejó en claro lo "ridículo" que le había parecido eso, asi que se fue directo a la cocina.

-Ni así, Yamazaki -

Sousuke: Ah... Falló.

Se apresuró a llegar a la cocina también y abrir la nevera, dentro estaba lista la cena para su delfín.

-Vamos, era solo una broma...

Haruka: -Una muy mala -respondió mientras bebía el agua que recién se había servido en un vaso.

Y se preguntó de dónde lo habría sacado Sousuke.

Sousuke: -Pensé que te causaría gracia- admitió. Calentando la cena en el pequeño horno eléctrico. Caballa asada. Mientras servia el arroz y la sopa miso. -No te preocupes, ve a sentarte. Pronto te sirvo la cena...

Le dejó un beso en la frente y le guío a la mesa. Esperando que con eso se le olvidara la tontería que dijo.

Haruka: No se quejó. Se dejó llevar a la mesa y se sentó. De todos modos estaba cansado, y si él insistía no se iba a oponer. Asi que se quedó ahí, mirándolo desde su lugar.

-¿Qué hiciste en el día aparte de pensar cosas así? -

Sousuke: -Aburrirme. Después de terminar con la lista de tareas que me dejaste...- suspiró y se sentó a su lado una vez que sirvió la cena para ambos. -Es muy aburrido tener día libre en el trabajo cuando tú no...

Haruka: Sus ojos revisaron rápidamente su plato, y se sintió aliviado porque fuera algo que le gustaba.

Soltó una pequeña risa al oírlo.

-Bueno, ahora sabes lo que se siente -.

Sousuke: -Supongo que hay que cambiar nuestro día de descanso- se inclinó a besarle la mejilla. -Te extraño...

Tomó la mano delgada del chico y la llevo a sus labios para besarle el dorso.

-Me haces falta...

Haruka: A pesar de tener ya algo de tiempo juntos, Haruka aún no se acostumbraba a esos tratos. El rojo subió a sus mejillas, pero se esforzó por disimular.

-¿Podemos comer primero? -preguntó, mirando su plato.

Sousuke: Sonrió. Haruka era así.

Asintió, liberó la mano de su novio y empezó a cenar tranquilamente. Desde que ambos se mudaran juntos, se habían armado horarios y listas de tareas sin problema. A Sousuke le gustaba esa paz, aunque ninguno de sus amigos se lo pudiera creer aún.

Haruka: Haru suspiró, sintiéndose más tranquilo ahora que podía comer. No le molestaban las muestras de afecto, pero tampoco era como si fuera capaz de soportarlas todo el tiempo.

Comió con calma. La caballa le quedaba muy bien a Sousuke, aunque nunca se lo hubiese dicho; vivir con él era bastante agradable, aunque llevaran poco tiempo juntos.

Sousuke: Terminó con su cena y se dispuso a limpiar lo que había utilizado. Haruka le había enseñado, no siempre por las buenas, a mantener el orden en aquel pequeño apartamento.