¡Mamá Te Extraño!

Dia de las madres

10 de mayo, Día de las madres,
Un día para apapachar, amar y consentir a la mujer que te dio la vida, sin duda un día amado y esperado por todos, y un día odiado y no esperado por otros.

*•*•*•*•*

Caminaba sin rumbo por las calles de París, sumergida en sus pensamientos, mirando como los niños se esmeraban en comprar un lindo regalo a su madre, los eventos creados específicamente para esa fecha, las canciones dedicadas hacia esa hermosa mujer que te dio la vida.

No podía soportarlo

Sin pensar salio corriendo recordando lo que paso con su madre.

-mami mira!

Corría emocionada una niña rubia de 5 años hacia su madre

-Que sucede chloe? -pregunta la mujer con una sonrisa hacia su hija -

-hice esto para ti -le extiende una corona de flores -

-oh! chloe es hermosa gracias -le sonríe dulcemente -

-Feliz día de las madres mamá! -exclama la pequeña antes de lanzarse a los brazos de su madre-

Las lágrimas ya comenzaban a nublarle la vista, pero aun podía distinguir el camino, pero se detuvo al pasar al lado de un lugar conocido para ella.

La panadería de los dupain-cheng

En ella se podría apreciar a marinette y su familia festejando alegremente el día de las madres

¿Por ella no podía tener una familia?

¿Porque nadie la quería?

Ella solo quería el cariño de una familia

Noto qué marinette estaba por voltear hacia su dirección, así que decidió salir corriendo lo antes posible

-hija pasa algo?

-eh? Claro qué no mamá -niega-

- bien sigamos festejando!!

Marinette sonrío ante el animo de su padre para seguir festejandole a su amada madre,
Aunque podia asegurar que vio una cabellera rubia desaparecer 

*•*•*•*•*

Suspiro agotada, las lágrimas se habían secado debido al viento, mas tranquila decidió caminar hasta su destino, teniendo aún esos recuerdos que la llenaban de felicidad y a la vez de tristeza

-chloe cuidado!!  -grito desesperada la mujer-

-ahhhh!!

-mi abejita te encuentras bien? -con voz preocupada pero a la vez dulce-

-mami *sniff* me duele *sniff* -sollozaba la niña tocándose la rodilla -

-tranquila -le da un beso en la zona golpeada - mucho mejor?

-s-si -sonríe la pequeña su madre siempre lograba dejar que le doliera cualquier cosa-

Había por fin llegado, el cementerio de París, se adentro en el caminando entre las lápidas hasta llegar a una en especifico, se paro enfrente de ella, se inclino y coloco las flores que con anterioridad había comprando en el camino hacia el cementerio.