Aquel día comenzó de lo mejor. Lara comenzó el día entre ensayo y ensayo, imaginaba como seria presentarse en un lugar donde nadie te conocía, donde podías ser tu misma, donde lo que hicieras no lo reprocharía nadie. Me levante y prepare mis cosas, dentro de una hora tendría que estar en la sala de ensayo que nos facilitaba un hotel cercano. Con las demás integrantes del grupo, preparamos una coreografía fenomenal, nos demoramos poco más de dos horas en poder tenerla armada y aprendida, ahora faltaba afinar algunos detalles. Baje a tomar desayuno, Lara ya se había marchado, pues tenía una entrevista en una radio y después en una televisión local, las chicas estaban sentadas en la mesa, había jugo, tostadas y galletas.
― ¡Hum! Todo un festín― con eso no alimentabas ni a un pájaro, pero bueno la dieta era estricta y no podíamos subir ni un mísero gramo. Comí tan rápido como pude, ya que las demás me llevaban ventaja, fui por mis cosas a la alcoba y nos fuimos.
Ya en la Ban, miraba los lugares hermosos que había alrededor, la playa se veía tan serena, el cielo era azul, nada de viento y pocas nubes. En un parque cercano había gente disfrutando del maravilloso día. Niños con volantines, parejas en romance, abuelos descansando y pajarillos jugando entre árboles. Entramos en lo que era el centro de la ciudad, estaba atestado de gente y parecía que caminaban a empujones, se podía ver una variedad inmensa de negocios de comida rápida, unos cuantos de ropa y algunos otros cibers cafés, doblamos en la esquina próxima y ahí estaba, un hotel de 5 estrellas, inmenso y con muchas banderas de distintos países en la azotea del primer piso. Afuera un hombre esperándonos, nos dio la bienvenida y nos enseñó el lugar que ocuparíamos. Un salón forrado en espejos, con un piso genial, podría haber danzado allí toda la vida. Partió la música y entonces mis pies reaccionaron solos al ritmo y comencé a moverme.
Bailamos al menos una hora y un cuarto, cuando por fin llego Lara, descansamos un poco, ya que ella también venia agotada. Nos habló de su entrevista, dijo:
―Atroz, me duelen los pies, y más encima en la Radio―Emisora había un tipo que no me quitaba los ojos de encima. Por lo menos en el canal de televisión, fue todo más apacible y no me bombardearon con preguntas. Por favor descansemos un rato más y volvemos a lo nuestro―
La escuchamos un rato, y después mientras hablaba con las demás chicas, me puse los audífonos y prendí mi MP4. Busque alguna canción sin tanto ritmo para poder relajarme y poder salir un poco de mi vida cotidiana. Entonces llegue a Decode en versión acústica, me encanta este tema, lo encuentro precioso, así comenzó a tararear la letra con la música en mis oídos y sin escuchar al resto del mundo. La debo haber cantado varias veces ya que no sentía el tiempo y la canción se me hacía corta. Sentí unas palabras lejanas a las no puse atención y continúe cantando. Pero al momento un dolor en el brazo me hizo reaccionar, Lauri me había pegado un coscorrón, (Ella era una tipa ruda, apasionada, pero lo que más destacaba de ella era su permanente alegría. Siempre te recibía con una sonrisa en los labios y llamaba tu atención con caras graciosas, y aparte de eso le apasionaba el baile, se desvivía por hacerlo) el tiempo había volado, y era hora de volver a ensayar.
―Anastasia― dijo Lauri con un grito.
―Ya voy, ya voy― y me desperece antes de ponerme de pie.
―Date prisa, que quiero irme luego a casa― grito Lara desde el fondo.
Así paso el rato entre pasos, ritmo, baile y canto. Me encantaba todo eso, pero había veces en que solo quería desaparecer y ver las nubes o las estrellas o algo así. Todo salió a la perfección, estábamos muy animadas y contentas. Ahora solo bastaba esperar que llegara la función en la noche.
Acudimos nuevamente a la Ban, comentando lo bien que había ocurrido todo y lo fantástica que era la nueva coreografía, felicitamos a Lara por haber mejorado en el canto y nosotras reíamos al ver que por primera vez todo salió perfecto. El lugar por donde llegamos ya no era el mismo. El sol se había ocultado hace poco rato y la oscuridad cubría los lugares en que la luz de la calle no alcanzaba ya no había tanta gente en las calles, pensé que se debería a que era hora de la cena. Vimos el Hotel y suspiramos por relajo, bajamos de la Ban, subimos a nuestro cuarto, ordenamos nuestros vestuarios, nos duchamos y siguiente a todo lo que tuviéramos que hacer comimos, aunque los nervios ya no nos dejaban de molestar y nos quitaban el apetito. Las 2 canciones que presentaríamos estaban listas y faltaba poco para tener que irnos hacia "Salvavidas" la Discoteca en donde nos presentaríamos.
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Suerte
Teen FictionDos personas, de mundo diferentes, y a la vez tan cercanos. La suerte no es todo lo que se necesita para poder superar cada uno de los obstáculos que pone un corazón. Anastasia es fotógrafa, mientras Nicolas es surfista. Ambos aman el mar y sera lo...