Fue tan rápido que ni lo quise aceptar.
Él, entre las millones y millones de personas que hay en este pequeño mundo.
Una gota de la lluvia.
Una pequeña hoja caída de un árbol en otoño.
Un granito de arena de un gran desierto.
Un copo de nieve que cae una vez al año.
La primera risa de un bebé.
Mil y un suspiros.
¿Por qué tuvo que morir él?