En el Dulce Reino.

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Todos están preparados para la celebración del cumpleaños del rey, mentita deja pasar a los invitados mientras que rol de canela sirve ponche, la música hace el ambiente y todos están desesperados por ver al rey.

En una recamara muy arriba del castillo se encuentra el principe, indeciso por que chaleco de vestir usar, lo cual es inútil ya que toda su ropa es de distintos tonos de rosa. Tiene miedo de no verse bien para la chica que le gusta, ya que según ella, aseguró ir a la fiesta sin duda alguna. Es una lástima que la joven no pueda aceptar sus sentimientos, pues esta enamorada de otro. Al final termina eligiendo una camisa blanca de manga larga y un saco, moño y pantalon de diversos tonos de rosa y unos zapatos negros. Colocó su corona en su mollera y decidido salió para comenzar su fiesta.

Al bajar las escaleras puede ver que casi todo el reino esta ahí, puede notar a todos aplaudiendo y felicitando, pero su sonrisa comienza a tambalear cuando no mira a Fionna en la pista, ni en los escalones, tampoco en los corredores, no está no siquiera en la puerta de entrada, siente como un vuelco en el estómago, el no pretende preocupar a los demás por la falta de una pequeña dama, así que toma un respiro y comienza a bajar.

-Muchas felicidades dulce rey, espero que disfrute su fiesta al máximo.

-Gracias mentita, am... mentita, no has visto a Fionna y Cake?

-No, lo siento mi rey, pero estoy seguro de que vendr... ah mire, hablando del rey del Roma.

El rey miró hacia todos lados y no la notaba, hasta que fijo su vista en la entrada principal, en donde noto a su amada con un vestido celeste que llegaba hasta sus muslos, y como siempre típico de ella, llevaba encima su pequeña mochila peculiar, nadie sabía que clase de cosas cargaba además de su espada, Cake sólo llevaba un pequeño moño rosado al rededor de su cuello.

El rey al mirarla no hace más que retener el aliento al mirar como Fionna se acercaba rápidamente para felicitarlo, el rey la recibe con los brazos abiertos, todo es felicidad y encantó, hasta que Fionna se separa de el y con su puño cerrado le da un golpe en su brazo derecho.

-Felicidades, un año más eh?, diviértete campeón.

-Ah, si jajaja gracias- se soba el brazo.

-Te traje un presente, quieres verlo?- el principe al escuchar esas 6 palabras, sus ojos comienzan a brillar y asiente con la cabeza, Fionna saca el regalo de su mochila y lo extiende- taraaa~

Es una camisa rosa, como muchas de las que tiene en su armario, pero ninguna de esas camisas tiene el mismo valor que esta que esta recibiendo.

-Te gusta?- Preguntaba Fionna con algo de disgusto, ya que el Rey se había quedado sin habla.

-Me facina! Muchas gracias Fionna, la cuidaré lo prometo.

-Me alegra que te haya gustado, ven vallamos a bailar, muévete vamos!.

El rey no podría sentirse mejor, pasando cada segundo que transcurría al lado de ella. Se dijo a sí mismo que este día lo guardaría muy en el fondo de su corazón.

Guerra de Reinos (GumShall)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora