Inimaginable.

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— ¿Qué estás diciendo?- Aún asimilando las palabras del menor, se le acerca.

JungKook rompe la distancia besando su labio inferior que después jaló cuidadosamente. —Ya oíste, déjate llevar.

Pasando sus dedos por la nuca del contrario, sintiendo sus sedosos vellos deslizarse por la yema de sus dedos, juntó sus labios carnosos otra vez.

Se creaba una escena erótica entre esas cuatro paredes, el beso se convirtió en un vaivén de placer, olía a amor, olía a deseo, olía a sexo.

Ese acto que JungKook nunca había cometido con un hombre, sí, experiencia ya tenía, pero no con alguien de su mismo sexo.
TaeHyung lo sabía, sabía todo de él.

—Para, por favor, aún es tiempo.

—No hagas que pare hyung, en verdad quiero, déjame por favor.

— Yo no puedo, no soy el indicado.

— Para mi, sí lo eres.

El menor vuelve a besar esos labios que tanto lo han hecho dudar, volviendo a caer en ese vaivén de placer, no sabía que era ese sentimiento, ese vacío que quería llenar.

Las prendas comenzaron a desaparecer lentamente, lo único que se podía oír eran el chasquido de sus labios al besarse y separarse, la ropa rasgándose y cayendo, sus respiraciones agitadas.

—Si quieres que pare dímelo, después no podré hacerlo.– Al encontrar los redondos ojos de JungKook, sintió que la presión se le subía a la cabeza. ¿De verdad sería el primero?
JungKook no se quedaba atrás, totalmente seguro no estaba, pero necesitaba arrancar ese deseo de su interior.

— Shh, disfrutalo, TaeTae.

Comenzó a dejar castos besos en el bien fornido abdomen de su mayor, llegando a su ombligo, encontrándose con una línea de vellos que terminaba dentro de su ahora prominente ropa interior. Dejando a la vista sus blancas perlas dentales parecidas a las de un conejo, mordió el elástico de la ropa interior, bajándolas con agilidad como muchas veces hizo con la ropa interior de chicas.
Iba a hacer su primer sexo oral a un hombre, era lo mismo que hacerselo a una mujer, ¿Cierto?...Claro que no, tratando de mentirse a si mismo llevó la mirada al glande de Tae, tragó en seco y levantó la mirada encontrándose con la avellana del recién nombrado.

—Te lo advertí. –Tratando de acomodarse para vestirse es detenido por su propio jadeo y una corriente eléctrica que recorrió toda su espina dorsal.—¡Ah!, joder.
Su movimiento hizo que por casualidad los dientes del menor apretaran su glande.
JungKook como si nada hubiera pasado, comenzó a introducirse más el miembro de su mayor, calculaba que medía casi lo mismo que el suyo.
Se sentía como lamer un helado, pensaba él, sólo que este no tenía sabor alguno y su saliva quedaba en el.

— Kookie-ah, pensé que t.–Es interrumpido por un dedo del menor posicionado en su boca.

— Eres muy hablador Kim, deja de pensar, deja que te haga sentir bien.

Siguiendo con el movimiento sube y baja de su garganta, comenzó a acariciar los duros muslos, desplazando y explorando con manos y lengua.

Jalando los cabellos de la nuca del menor y mordiendo su labio con la cabeza apoyada en la pared jadeaba por todo el placer que sentía. Pero aún no sacaba de su mente que tal vez todo era un momento de calentura de JungKook.

— Ah~, Kook, me voy.

Sacando el miembro de su boca y levantando la mirada rápidamente.
—¿A dónde?.– Frunce el ceño mientras masturba al mayor con su mano para no perder el ritmo.

Con su sonrisa cuadrada suelta una carcajada que es cambiada rápidamente por un jadeo.

—Idiota, que me voy,¡me corro!

—Correte entonces, hyung.

Deslizando su mano izquierda mas abajo de los muslos de su mayor, duda si hacer lo que tenía pensado, pero al ver a Tae distraído sigue con su plan de hacerlo sentir mejor. Con las chicas no le fallaba, sabía que él no sería la excepción.

Pasó su dedo por un glúteo de TaeHyung que hizo que se le pusiera toda la piel de erizada, volvió a levantar la mirada sin encontrarse con un cambio en la expresión de Tae.

Introduciendo su dedo entre los glúteos de TaeHyung buscando su pequeño orificio fue detenido.

—Alto ahí, estas yendo muy lejos.– Con una mirada seria a pesar del erótico momento que estaban pasando juntos. JungKook sabía que él hablaba en serio, pero lo ignoró olímpicamente.

A pesar de la dura mirada de su Hyung introdujo el dedo hasta quedar sin rastro de el.

— ¡Mierda! ¡JungKook! No si–callado por una almohada lanzada por el menor,se rindió mordiendo esta.

Sentía la mano de JungKook rodear toda su virilidad y estirarlo a una velocidad que lo hacía tener la vista aguada de tanto placer, el dedo de éste entraba y salía al mismo ritmo, no podía contenerse más, debía correrse.

Como si adivino se tratara, JungKook aumentó la velocidad de su mano y retiró su dedo para masajear sus dos testículos.

— Sí, correte Tae, correte.

TaeHyung, con la vista nublosa y la lengua del menor en su glande no podía dejar de soltar jadeos, JungKook cumplió sus fantasías, tal vez JungKook lo usó o no, pero se sintió bien, malditamente bien.

Dos golpes a la puerta hicieron que despertara de su trance con un gutural de lo más profundo de su garganta al no evitar correrse en la cara del menor.

—¡Joder, sí!.- Se estiró y al momento, tapó su boca con sus manos, los oyeron, eso es seguro.

Ese día quedó marcado en la vida de tres personas, TaeHyung, JungKook y la persona del corazón roto, fuera de la habitación.


Inefable | VKook๑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora