- ¡Nadia! - se burló Deven.
- ¡Nadia! - ahora Lucas.
- ¡Nadia! - ésta vez Josh.
- ¡Nadia! - Matheo...
- Vamos, chicos, déjenla en paz. - me defendió Mark.
Te adoro, Mark.
Me estaban haciendo burla porque odio mi segundo nombre "Nadia".
- No te preocupes, odio mi nombre, pero puedo aguantar el que me llamen así. - mentí.
¡Odio que me llamen así! Estoy a nada de explotar y patearlos en sus enormes y sexys traseros.
- Oh, que bien, Nadia. - sonrió Lucas.
- Oye, Nadia, ¿hiciste los deberes? - preguntó Deven recalcando mi nombre.
Apretaba mi mandíbula intentando disimular el enojo.
Malditos nombres feos.
- S-si los hice, Dev. - suspiré.
- ¿Nos los pasas, Nadia~?
- ¡Joder! ¡Me llamo Iris! ¡Como esa parte del ojo! ¡Iris! ¡I! ¡R! ¡I! ¡S! ¡¿No quieren que les haga un tatuaje en la frente con mi nombre para que no se les putas olvide?! - exploté.
Las personas que caminaban a nuestro alrededor nos miraban raro, y lo entiendo, yo también miraría raro a una loca que va con cinco sexys chicos.
Los chicos comenzaron a reír mientras yo los miraba asesinándolos.
- Me adelantaré. - gruñí para volver a caminar hacia la casa a paso veloz.
- Oh, Iris, no te enojes, solo estábamos jugando. - rió Deven. Sonreí.
- Jugando, ¿eh? - los volteé a ver, y supongo que mi mirada y mi rostro no eran los mas amigables, ya que los cinco se asustaron.
- I-iris, t-tranquila... - rió nervioso Mark.
- ¡Tú, Deviviví! - señalé a Deven. - Pe-Lucas. - señalé a Lucas. - Joshis. - ahora señalé a Josh. - Matheíto. - señalé a Matheo.
Sonreí triunfal al ver la mirada de odio que me tenían.
Ésos eran los apodos que o sus madres les decían -en el caso de Deven, Josh y Matheo- o que le pusieron en la secundaria, que obviamente, eran y son apodos que quieren enterrar para no escucharlos jamás.
- Ahora, ¿nos vamos? - sonreí.
Conozco a los chicos desde que tengo memoria, Matheo y Mark eran mis vecinos, por lo que los conozco desde que estaba en el vientre de mi madre. A Deven, Josh y Lucas los conocí en el jardín de niños, en resumen, he pasado toda mi vida con éstos engendros del mal.
Y si preguntan, no, no me he enamorado de ninguno y ninguno se ha enamorado de mi, somos como hermanos para estarnos enamorando entre nosotros.
Los chicos creen que soy lesbiana por eso y porque siempre me ven con chicos y me comporto un poco como ellos, pero yo creo que no soy lesbiana, no lo he probado así que no sé si me gustan las chicas.
Hace dos semanas tomamos la madura decisión de vivir juntos. Lo sé, mala idea, tomando en cuenta que aquí, la mas "madura" soy yo y solo tenemos diecisiete años.
Mi madre aceptó que yo me fuera con ellos, ya que quería ver cuánto tiempo aguantaba viviendo con cinco hombres, pero vamos, ya he vivido diecisiete años con ellos, sé de lo que son capaces.
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Mis Amigos Pervertidos.
Teen FictionSoy Iris, sip, como esa parte de el ojo, tengo diecisiete años y no tengo amigas. Amigas no, pero si amigos. Los chicos son mucho mejores como amigos; no suelen mentir ni son tan chismosos e hipócritas como las chicas. Pero algo que nadie puede n...